Realmente, se trata de la seda elaborada por la oruga de una pequeña polilla endémica conocida como “arañuelo del sauce” (Yponomeuta gigas), que se alimenta de forma natural de las hojas del sauce canario, aunque también se ha adaptado a nutrirse de otro árbol de la misma familia (Salicáceas), el álamo blanco o álamo común, en el que produce el mismo efecto.
En determinados años y sin conocerse el motivo, al inicio de la primavera, ocurre un fenómeno natural que tiene como protagonistas a las diminutas larvas de esta especie, que se concentran en dichos árboles en número verdaderamente sorprendente y segregan tal cantidad de seda, que se forma un manto tupido y compacto que cubre totalmente los árboles y se extiende por el tronco hasta el suelo. Al mismo tiempo, el árbol queda completamente sin hojas dada la voracidad de las miles de orugas que se alimentan de ellas.
El pequeño tamaño –al final de la fase larvaria pueden alcanzar 20 mm– y sus hábitos de vida hacen que reciban el nombre de “arañuelos”, por semejanza con las arañas y sus telas. A finales de abril o principios de mayo tiene lugar la fase de crisalidación, que dura unas tres semanas, para lo cual las orugas se agrupan en nidos sedosos (denominados bolsones) de hasta cuarenta individuos.
En general, las orugas de las mariposas producen seda, necesaria para la formación del capullo de la crisálida. Cuando el final de la fase larvaria se está acercando, la oruga utiliza el almidón de la planta nutricia para producir dextrina, un polisacárido necesario para la formación de la seda. Al igual que las arañas, las larvas de mariposas tienen unas glándulas de la seda, que en este caso son glándulas salivares modificadas. Esta saliva (la seda) es muy fluida y pegajosa en el momento en que sale por las hileras –orificios para hilar situados debajo de la boca de la oruga–, pero en contacto con el aire se solidifica rápidamente.
Los arañuelos forman una familia de lepidópteros (Yponoméutidos) de pequeño tamaño (14-20 mm) que por su actividad nocturna son conocidos como polillas; poseen gran interés económico por los graves daños que pueden ocasionar a la agricultura, pues atacan con rango de plaga a árboles y arbustos, silvestres o cultivados.
En Canarias existen hasta el momento siete especies de polillas de esta familia, siendo el arañuelo del sauce (Yponomeuta gigas), también denominado polilla de los álamos laguneros, la única especie exclusiva de Canarias; junto a ella, otras dos son endémicas de la Macaronesia (compartidas con Madeira) y las cuatro restantes conocidas por las plagas que ocasionan en cultivos: arañuelo del limonero, arañuelo del ciruelo y polillas del olivo.
El aspecto fantasmagórico de los árboles por la acción de estas orugas constituye todo un espectáculo natural que puede ser observado tanto en la sauceda del barranco del Infierno (Adeje) como en los álamos que bordean la carretera de Las Canteras, en La Laguna.
En el Museo de la Naturaleza y el Hombre, en el ámbito “Unos bichos singulares” de la sala de los invertebrados terrestres existe un módulo dedicado a este sorprendente caso.
Bajo el título “¿Sabías que…?”, presentamos esta sección que incluye curiosidades, anécdotas, particularidades de algunos objetos, piezas o especímenes; referencias a antiguas expediciones; resultado de los trabajos de investigación y demás temas vinculados con Museos de Tenerife.