Este proceso, bastante frecuente en insectos, es conocido como diapausa y consiste en un estado fisiológico caracterizado por una baja actividad metabólica, una reducción o alteración del desarrollo y de las actividades motoras, y un aumento de la resistencia a fenómenos externos adversos, como temperaturas extremas, sequía o carencia de alimento.
Los insectos pueden entrar en diapausa en cualquier fase de su desarrollo, tanto en estadios inactivos –huevo y pupa– como siendo adultos totalmente activos. El momento adecuado en cada especie está, al parecer, definido genéticamente, necesitándose determinados estímulos ambientales tanto para su inicio como para su finalización. Una vez inducida, la diapausa sigue su curso aunque las condiciones ambientales ya no sean tan desfavorables.
Existe un grupo de saltamontes primitivos, sin alas o con estas reducidas, conocidos como cigarrones palo por su aspecto. Son los Panfágidos, familia distribuida por el SW de Europa, SW de Asia y, principalmente, por el continente africano. En Canarias está representada por dos géneros endémicos que engloban hasta el momento un total de cinco especies, cada una de ellas exclusiva de alguna isla: Acrostira bellamyi (La Gomera), A. euphorbiae (La Palma), A. tenerifae (Tenerife), A. tamarani (Gran Canaria) y Purpuraria erna (Fuerteventura y Lanzarote).
Son ápteros y aunque pueden alcanzar gran tamaño, sobre todo las hembras, la coloración críptica del cuerpo les permite pasar desapercibidos en el entorno. El dimorfismo sexual es bastante acusado en este grupo, ya que los machos suelen ser diminutos en comparación con la robustez de la hembra, cuya longitud puede superar los 70 mm. Sorprendente es también la estrategia de supervivencia que han desarrollado ante condiciones ambientales adversas, como la extrema sequía que pueden soportar en los periodos estivales las islas orientales. En ellas vive una especie conocida comúnmente como cigarrón palo majorero (Purpuraria erna), ya que fue descubierta en Fuerteventura aunque con posterioridad también fue hallada una subespecie en Lanzarote (P. erna lanzarotensis).
En líneas generales, los saltamontes ponen los huevos rodeados de una cubierta protectora mucosa conocida como ooteca. En el momento de la puesta, la hembra del cigarrón palo entierra el abdomen completamente en el suelo y deposita la ooteca que, en contacto con el sustrato, se impregna con partículas de tierra formando un estuche de gran consistencia.
En el caso del cigarrón palo majorero, en periodos extremadamente secos, los 20-30 huevos que contiene la ooteca pueden entrar en diapausa y detener su desarrollo durante el periodo de tiempo que sea necesario –incluso cinco años– para hacer coincidir su eclosión con el rebrote de las tabaibas, que constituyen el alimento principal de la especie, y garantizar así la supervivencia de las larvas recién nacidas.
En la exposición temporal “Hogar, dulce hogar. Una estrategia de supervivencia” −que se exhibe en el Museo de la Naturaleza y el Hombre hasta el 25 de septiembre− se trata este aspecto biológico ilustrado con una reproducción a gran escala de la especie de Fuerteventura y Lanzarote (Purpuraria erna).
Además, en uno de los cajones del mueble expositor de insectos, en la sala de Invertebrados Terrestres del Museo, se encuentra expuesto un ejemplar hembra del Panfágido endémico de La Gomera (Acrostira bellamyi).
Bajo el título “¿Sabías que…?”, presentamos esta sección que incluye curiosidades, anécdotas, particularidades de algunos objetos, piezas o especímenes; referencias a antiguas expediciones; resultado de los trabajos de investigación y demás temas vinculados con Museos de Tenerife.