Se trata de un pequeño arbusto leñoso, adaptado a soportar condiciones ambientales duras, como temperaturas altas, insolación intensa o largos periodos de sequía, pero también es capaz de resistir el frío moderado o una humedad elevada. Es fácil de cultivar y produce una abundante floración que puede prolongarse varios meses, por lo que se ha convertido en una de las plantas ornamentales más apreciadas en todo el mundo.
Se sabe que esta especie ya se cultivaba en 1690 en los jardines de Hampton Court, una de las residencias veraniegas de los reyes de Inglaterra situada en las afueras de Londres. También existen noticias sobre su cultivo a principios del siglo XVIII en otros lugares de Europa, como el Jardín Botánico de Leiden (Holanda) o el Jardín del Rey, en París (Francia).
En la actualidad se conocen miles de cultivares de esta especie, esto es, variedades obtenidas en cultivo mediante cruces genéticos. Se han obtenido ejemplares adaptados al frío, otros que producen flores rosadas o amarillas, otros con hojas plateadas, etc. La mayoría de estos cultivares están patentados y para hacerse una idea, se pueden consultar en la web, escribiendo “Argyranthemum frutescens” patent. En Google se obtienen más de ¡8.800 entradas!
La magarza original se sigue cultivando en numerosas regiones del globo, y en algunas ha escapado de los jardines y se ha naturalizado. Es el caso de Malta, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, México, Chile y Japón, donde esta especie está incluida en las correspondientes listas de especies introducidas y potencialmente agresivas.
Curiosamente, nuestra rústica margarita fue declarada flor nacional de Dinamarca en los años 80 del pasado siglo, en honor a la popular Reina Margarita II. En este país existe una ruta turística con vistas panorámicas y casi 4.000 km de longitud, conocida como “ruta de la margarita”, que pasa por enclaves históricos, lagos, iglesias antiguas, castillos medievales y otros lugares de interés. La ruta está señalada con el dibujo de una flor de margarita sobre fondo marrón.
En el herbario TFMC del Museo de Ciencias Naturales se conservan varios pliegos de esta planta, recolectados en las Islas Canarias y en otras regiones donde se ha asilvestrado.
Bajo el título “¿Sabías que…?”, presentamos esta sección que incluye curiosidades, anécdotas, particularidades de algunos objetos, piezas o especímenes; referencias a antiguas expediciones; resultado de los trabajos de investigación y demás temas vinculados con Museos de Tenerife.