En esta población se encontraba localizado el Museo Casilda, que fue el primer gabinete que merece ser llamado así en Tenerife. Fue fundado en la década de 1840 por Sebastián Pérez Yanes, conocido como Sebastián “Casilda”, acaudalado ciudadano de Tacoronte, con fondos procedentes de adquisiciones, donaciones y pesquisas en distintos lugares de las islas y estaba localizado en la calle Real del Calvario. Cuarenta años más tarde, el museo se dividía en las siguientes secciones: historia natural, pintura, escultura, cerámica, armas y antropológica (esta exhibía cuatro momias en bastante buen estado de conservación). En el libro de Olivia Stone “Tenerife y sus seis satélites” publicado en 1887, describe solo tres momias, aunque luego menciona que eran siete, y más de una veintena de piezas óseas, incluyendo cráneos, tibias y fémures que conservaban en mayor o menor medida restos de tejidos blandos. Unos años después de la muerte de su propietario, y dado el escaso interés en seguir manteniendo el museo por parte del heredero universal de Casilda, Sr. Lebrun, en 1887 la Real Sociedad Económica de Amigos del País intentó que el Ayuntamiento de Tacoronte comprara el gabinete para evitar su dispersión y desaparición final, pero la falta de presupuesto impidió que se llevara a cabo la compra. Finalmente, sus valiosas colecciones serían vendidas hacia 1899 a unos ciudadanos argentinos, terminando gran parte de ellas en el recién fundado Museo de La Plata, núcleo por aquel entonces de su Universidad.
Todavía en la actualidad no se sabe con certeza cómo llegaron dos de esas momias desde La Plata hasta Necochea, aunque, al parecer, antes de su arribo a la ciudad balneario, estuvieron ubicadas en Tres Arroyos, población situada a unos 140 km de distancia, probablemente en la Biblioteca Pública Sarmiento. Quizás en todo ese proceso estuviera implicado Víctor Grau Bassas, co-fundador y primer conservador de El Museo Canario de Las Palmas, que por aquel entonces estaba radicado en la provincia de Buenos Aires. Se tiene constancia de que en los años veinte del siglo pasado esos dos ejemplares estaban ya ubicados en el Colegio Nacional “José Manuel Estrada” de Necochea donde permanecieron en un rincón del archivo de la tesorería durante décadas, estando expuestos a un deterioro muy importante, hasta que en 1973 fueron redescubiertas y cedidas en préstamo al Museo de Ciencias Naturales de esa ciudad para su estudio, custodia y exhibición. Allí permanecieron durante siete años, volviendo al colegio en 1980, para finalmente regresar al museo, donde permanecieron hasta su restitución en el año 2003. Durante su primera estancia en el museo las momias fueron sometidas a un estudio radiológico y macroscópico que no llegó a publicarse (Rodríguez Martín et al., 2005).
Los primeros contactos, a nivel científico, para la restitución tuvieron lugar durante y posteriormente al II Congreso Mundial de Estudios sobre Momias, celebrado en Cartagena de Indias (Colombia) en 1995, entre el Museo Arqueológico de Tenerife y el Instituto Canario de Bioantropología (pertenecientes al Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife) e investigadores del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la República Argentina). Esas conversaciones quedarían aplazadas hasta 2000 en el que volvieron a retomarse, no solo a nivel científico sino también político de la mano del Presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchor Navarro, y de la Presidenta del Organismo Autónomo, Fidencia Iglesias González, concluyendo en Septiembre de 2003 con un Convenio de Colaboración entre el citado Organismo Autónomo de Museos y Centros, la Municipalidad de Necochea y el Colegio Nacional, que permitió la llegada de las dos momias a la isla.
Estas momias se encuentran expuestas en el Museo de la Naturaleza y el Hombre, en el área “Antropología biológica”, en la sección dedicada al mundo funerario en la población guanche.
Bajo el título “¿Sabías que…?”, presentamos esta sección que incluye curiosidades, anécdotas, particularidades de algunos objetos, piezas o especímenes; referencias a antiguas expediciones; resultado de los trabajos de investigación y demás temas vinculados con Museos de Tenerife.