Una chopa, Kyphosus sectatrix (Linnaeus, 1758), de intensa tonalidad amarilla −en su día donada por un particular al Museo de Ciencias Naturales− se exhibe en una de las salas del Museo de la Naturaleza y el Hombre, en concreto en el apartado dedicado a los vertebrados marinos.
Las chopas pertenecen a la familia de peces Kyphosidae y son frecuentes en las islas centrales y occidentales, menos abundantes en las orientales, habitando fondos rocosos y rocoso-arenosos desde superficie hasta unos 50-60 metros de profundidad. Su coloración es, por lo general, marrón-plateada. Sin embargo, este ejemplar que se exhibe en el Museo, hallado hace ya algunos años, posee una tonalidad diferente, hablamos, en concreto, de llamativo color amarillo. Precisamente, este extraño color llevó al pescador que lo capturó a entregarlo al Museo de Ciencias Naturales que, una vez disecado, lo incorporó a las piezas que forman parte de la exposición permanente del citado centro museístico para su exhibición al público.
El cambio de coloración en algunas especies de peces es un hecho conocido por la comunidad científica. Se trata de un mecanismo para llamar la atención y así, entre otras finalidades, dirigir una bandada, como es el caso de los abades, cuyos machos-guías de cardúmenes (de color amarillo intenso) reciben el nombre de “abades capitanes”. Lo que no es tan habitual es observar este fenómeno en otras especies, como es el caso de las chopas perezosas o chopones, como también se denomina a estos peces popularmente.
Bajo el título “¿Sabías que…?”, presentamos esta sección que incluye curiosidades, anécdotas, particularidades de algunos objetos, piezas o especímenes; referencias a antiguas expediciones; resultado de los trabajos de investigación y demás temas vinculados con Museos de Tenerife.