Estudios arqueológicos, históricos y bioantropológicosDel texto de Sainte-Marie, (Sainte-Marie, E. de: 1899. Catálogo de los objetos contenidos en el Gabinete del Sr. Casilda, de Tacoronte, en las distintas secciones existentes en el día 17 de Agosto de 1887. En: Boletín de la Real Sociedad de Amigos del País. Año I, nos 8 y 9: 62-70) hemos extraído el inventario de la Sección Antropológica (Sala Cuarta). Cuatro momias en bastante buen estado de conservación, de guanches, tales como se encontraron en sus cuevas de sepultura (sic), envueltos en pellejas; descollando entre todos la de una reina, notable por la perfección de sus facciones que se pueden aún apreciar a pesar de los años transcurridos, lo abundante y sedoso de su cabellera, la completa blancura y limpieza de sus dientes y la sonrisa y la resignación que se nota en su semblante, pareciendo como se quiere escaparse de la mortaja que la sujeta (…)
Stone, O.M.: 1995. Tenerife y sus seis satélites. Introducción y revisión Jonathan Allen Hernández. Traducción y notas J. S. Amador Bedford. Vol.1: 493-499. Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria
Después de describir someramente el Museo Casilda nos dice que había varias momias: Una es de un hombre guanche, no muy bien conservada, de cinco pies y ocho pulgadas de largo. Otra está envuelta en cuero todavía, tal como la encontraron, rodeada y cosida con tiras de cuero de una pulgada de ancho, más o menos, con la funda de cuero atada en la parte alta de la cabeza como se haria con la boca de un saco. (…) Otra momia, de una mujer, que, según dicen, se encontró a medio camino de la cima del Pico, tenía las piernas dobladas hacia atrás por las rodillas hasta tocar las caderas y, en esa posición, medía tres pies y cuatro pulgadas (…) En total hay siete momias en Tacoronte (…)
ANÁLISIS MACROSCÓPICO
En el caso que nos ocupa se han tomado las siguientes muestras:
– de las diferentes capas de piel pertenecientes a las distintas envolturas. Nuestras momias presentan varias capas de pieles (entre tres y cinco capas), de coloración que varía entre tonos marrones y amarillentos. La MOMIA NEC-1 tiene una envoltura exterior de piel de cerdo, dato que no aparece reseñado en las obras de los cronistas, sin embargo, las capas internas están finamente gamuzadas presentando una mayor flexibilidad, tratándose posiblemente de piel de cabra y oveja.
Se observan, igualmente, numerosos parches-remiendos realizados con pequeños trozos de piel y unidos con tendones y tiras del mismo material, diferenciándose claramente la utilización, en la mayoría de los casos, de tendones para la elaboración de las uniones de pequeño tamaño y de los parches (extremidades inferiores de la NEC-1) y empleándose tiras de piel más gruesas para unir las pieles de mayores dimensiones.
– materias depositadas dentro de las momias y que fueron utilizados como desecantes y conservantes con el fin de determinar su naturaleza y saber a qué especies corresponden. Éstos han sido determinados por el conservador del Museo de Ciencias Naturales, Lázaro Sánchez Pinto, quien observa que su composición no difiere de los materiales encontrados en otras momias. Así detectamos lapilli rojo, piedra pómez y tierra); vegetales (mocán, acículas de pino, fragmento de gramíneas, sangre de drago, etc.) y animales (grasa animal solidificada).
El estudio sobre los métodos de tratamiento y preparación del cadáver, en ambas momias no permite confirmar la evisceración a pesar de que la momia NEC-1 carece de la parte abdominal que ha desaparecido casi en totalidad. Nuestra casuística y la presencia en la momia NEC-2 de restos de diversos órganos internos viene a contradecir lo descrito por las fuentes.
Por último, se tomaron muestras de restos óseos y piel que fueron enviadas a GEOCHRON LABORATORIES para la datación radiocarbónica, obteniendo unos resultados cronológicos de 1120 ± 50 BP correspondiéndose al 830±50 dC. Estas fechas son algo posteriores a las obtenidas sobre otras piezas momificadas que se sitúan en fechas que oscilan entre el siglo IV d.C. y XIV d.C.
ESTUDIOS BIOANTROPOLÓGICOS
Los estudios llevados a cabo sobre los dos cuerpos desde un punto de vista bioantropológico son los siguientes: Observación forense macroscópica; Autopsia; Análisis dental; Toma de muestras para: Estudio de dieta, Estudio de ADNa, Carbono 14, Estudio histopatológico, Estudio del proceso de momificación, Radiología simple, Tomografía axial computerizada. Las conclusiones a las que se puede llegar son:
MOMIA NEC-1
Individuo adulto joven (20-24 años en el momento de la muerte), de sexo femenino, con una estatura de 137 cm en vida (inferior a los 159 cm de media para la mujer guanche) y muy grácil con un índice de robustez muy bajo. Restos muy fragmentarios de órganos internos. Existen signos evidentes de stress metabólico expresado por la presencia de una marcada hipoplasia del esmalte dental que, junto con esa reducida estatura y la gracilidad general del cuerpo, inclinan a pensar que esta mujer sufrió diversos episodios de tipo nutricional o de enfermedades crónicas durante su infancia y adolescencia (período de desarrollo) y que a la larga supondrían un hándicap para su salud, aunque los estudios paleopatológicos no revelan ninguna condición específica. A nivel de variabilidad anatómica se aprecia la presencia del cóndilo occipital derecho dividido (rara variación presente en menos del 1% en la población Guanche). La dieta consumida no se aleja del patrón general para la población momificada del Tenerife prehispánico: alto consumo proteico-calórico (carne, leche, y derivados lácteos) y bajo consumo de carbohidratos (cerales, plantas, etc.). Ello se corrobora por la ausencia de caries y el bajo grado de atrición dental. Existen signos de tratamiento restaurador del espécimen durante su estancia en el Gabinete Casilda durante el siglo XIX.
MOMIA NEC-2
Individuo adulto (25-29 años de edad en el momento de la muerte), de sexo masculino, de estatura aproximada de 173 cm en vida (ligeramente superior a la media de la población masculina Guanche) y relativamente robusto. En las cavidades torácica y abdominal se han encontrado restos de diferente tamaño de diversos órganos internos (pulmón, bolsa pericárdica, y otros procedentes de hígado e intestinos más pequeños), igualmente se ha observado la presencia de elementos vegetales (hierbas diversas, polvo de corteza,
etc.) utilizados en el proceso de momificación. Existen signos de un ligero stress metabólico durante el período de desarrollo que no afectaron al mismo de modo notable. La dieta consumida no se aleja del patrón general para la población momificada del Tenerife prehispánico y también se corrobora por la ausencia de caries y el bajo grado de atrición dental.
Llama la atención la flexión extrema de las rodillas sin que exista una flexión de caderas (por tanto, no se trata de la posición fetal típica de otras culturas) pero no existen signos de corte tendinoso sino ligeros arrancamientos de fibras y de ligamentos por lo que el mecanismo de flexión fue hecho a presión con el cadáver aún fresco.
A nivel patológico destaca la presencia de algunos nódulos o hernias de Schmorl a nivel de la columna vertebral (segmento dorsal) lo que implica el haber realizado esfuerzos físicos vigorosos en vida.
En la zona del temporal izquierdo y zona ptérica, afectando al esfenoides, se observa una gran lesión osteolítica sin ningún signo de neoformación ósea reparativa compatible con un tumor maligno o una infección, lo que es muy difícil de discernir en hueso seco. A nivel de la zona astérica del mismo lado se encuentra presente un orificio troncónico típico de una trepanación Guanche por barrenado realizada con instrumentos de basalto, lo que demuestra que se intentó un tratamiento para tratar paliar los efectos de la lesión. En cualquier caso, la lesión fue mortal.