A mediados del siglo XV el veneciano Alvise da Ca’ da Mosto planteaba que los guanches en Tenerife rendían culto al sol, la luna y otros planetas. Y en la segunda mitad de esa misma centuria el portugués Diogo Gomes de Cintra relató que al sol lo consideraban como a un Dios. De forma semejante, a comienzos del XVI, el Roteiro reproducido en el denominado Manuscrito de Valentim Fernándes mostraba que la población autóctona de las islas «nom tem ffe alguma, nem conheçem a Deos. Huums adoram o Sol, outros a Lua, outros outras Estrellas. E tem IX maneyras de Ydolatrias».
Una constatación estelar
Además de las fuentes etnoastronómicas, la arqueología ha proporcionado hallazgos cerámicos y otros objetos prehispánicos donde se reprodujeron temáticas astrales. En Tenerife se han descubierto elementos decorativos practicados con técnica impresa y de puntillado en el fondo interno de algunas vasijas localizadas en escondrijos que fueron emplazados en Las Cañadas del Teide. Ejemplares con estas características se exponen en el Museo Arqueológico de Tenerife, como es el caso de esta vasija (nº reg. 95.3.1) procedente de Las Cañadas (La Orotava) realizada a mano, de tendencia semiesférica, con unas dimensiones de 7’5 cm por 19’5 cm. Su decoración consiste en puntillados que conforman círculos concéntricos de los que parten haces de líneas paralelas.
El descubrimiento de piezas arqueológicas con implicaciones astronómicas vincula objetos de procedencia doméstica que de alguna manera fueron sacralizados reproduciendo en ellos símbolos estelares que eran visibles en el firmamento.
Dr. José Juan Jiménez González, Conservador del Museo Arqueológico de Tenerife