La lucha del hombre contra los problemas de visión tiene una larga historia, siendo en el siglo XIII cuando se hacen las primeras menciones al uso de lentes, “espectáculos” o gafas para solucionarlos, aunque los propios médicos ponían en duda su efectividad, cuando no rechazaban abiertamente su uso por considerarlos nocivos para los ojos. Sin embargo, no sería hasta 1621 cuando Snell descubre las leyes de la refracción, básicas para la comprensión de los fenómenos ópticos, permitiendo el posterior desarrollo de la especialidad.
La Óptica-Optometría es la encargada del estudio de la visión siendo su objetivo la detección, prevención y mejoría de las alteraciones de la visión (refractivas, como hipermetropía, miopía, o astigmatismo; funcionales, como visión doble o desenfoque; y del desarrollo). Aunque relacionada con la oftalmología (especialidad médica que estudia y trata toda la patología ocular), es una disciplina independiente de la misma que tiene sus orígenes en el Illinois College of Optometry (EE UU), creado en 1872.
En 1801 Young descubriría el astigmatismo y durante todo el siglo XIX, en pleno positivismo médico, se explican con bastante rigor y exactitud los mecanismos de adaptación del sistema óptico del ojo a diferentes distancias de visión (“acomodación”). En esta etapa Donders publica Anomalies of accommodation and refraction of the eye (1864), estableciendo las normas y principios del tratamiento óptico, y Monoyer propone el término “dioptría” para la unidad básica de medida de la potencia de un sistema óptico. Ya en 1884 se produjeron las lentes bifocales consistentes en lentes comunes a las que se agregaba una lentilla y, a comienzos del siglo XX, John Bursh Sr. y John Bursh. Jr. introdujeron los cristales bifocales denominados Kriptock que permiten ver a distancia cercana y lejana.
Agosto: Museo de la Naturaleza y el Hombre
Septiembre: Museo de Historia y Antropología de Tenerife (Casa Lercaro)
Horario: de martes a domingo, de 9:00 a 19:00h.
La Pieza del Mes
El Organismo Autónomo de Museos y Centros ha puesto en marcha una iniciativa denominada “La pieza del mes” con el objetivo de acercar a los visitantes, de una manera divulgativa y comprensible, a algunos objetos o especímenes singulares que se conservan en los almacenes de colecciones y que no están expuestos al público.
Esta acción se desarrollará en el Museo de la Naturaleza y el Hombre y en el Museo de Historia y Antropología de Tenerife. La pieza seleccionada y expuesta en cada museo se exhibirá, pasado el mes, en el otro; y viceversa.