El pasado 28 de agosto se celebró la presentación pública del proyecto Darwin200 en el Salón de Actos del Museo de Naturaleza y Arqueología de Tenerife. Cuatro días más tarde, dicho espacio acogería asimismo la sesión de clausura de las actividades realizadas en días anteriores
En su escala en nuestra isla, los expedicionarios contaron con la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello como organización anfitriona principal. A solicitud de dicha Fundación, con la que mantenemos estrechos lazos de colaboración, la Asociación de Amigos del MUNA participó activamente junto a dicha entidad a fin de facilitar la utilización del lugar de inauguración y clausura del proyecto, gestionar la visita a las áreas expositivas del Museo de Naturaleza y Arqueología, y ayudar, en calidad de especialistas locales, a llevar a cabo las visitas programadas a diversos puntos de interés para los visitantes.
A finales de 1831, cuando solo contaba con 22 años, Charles Darwin se embarcó en el HMS Beagle en Plymouth (Inglaterra) para emprender un viaje de cinco años alrededor del mundo. En dicho periplo, Darwin se convirtió en uno de los más grandes naturalistas del mundo.
Exploró selvas húmedas, escaló los Andes y galopó con vaqueros sudamericanos. Descubrió nuevas especies de animales, desenterró fósiles de megafauna, sobrevivió a un terremoto, estuvo a punto de perder la vida en un glaciar y se encontró con insectos chupadores de sangre.
Su concepto de selección natural ha sido considerado como la mayor idea en la historia del pensamiento humano. La publicación de Sobre el origen de las especies revolucionó la ciencia y cambió nuestra comprensión del mundo para siempre. Y todo comenzó con su épico viaje…
El primer lugar que visitó fuera del continente europeo fue, precisamente, Tenerife. Desafortunadamente, la existencia de una epidemia de cólera en Europa hacía necesario el establecimiento, por parte de las autoridades tinerfeñas, de una cuarentena para evitar contagiar a la población por quienes quisieran desembarcar en la isla. Teniendo que transcurrir doce días antes de obtener autorización para poder pisar tierra firme, el oficial al mando, Robert FitzRoy, se impacientó y ordenó levar anclas para poner rumbo a las islas de Cabo Verde.
Casi dos siglos más tarde, surge el proyecto científico denominado DARWIN200 que, a bordo del velero de tres palos holandés Oosterschelde, irá siguiendo durante los próximos dos años la estela del Beagle, llevando a jóvenes líderes en materia del estudio científico y la conservación de la naturaleza, procedentes de diversos países y continentes. Es de destacar que este proyecto cuenta con el apoyo de personas tan destacadas como la propia tataranieta de Charles Darwin, Dra. Sarah Darwin, la conservacionista Dra. Jane Goodall, conocida por sus esfuerzos en pro de la protección de los chimpancés y otros simios, y la conservacionista marina Dra. Sylvia Earle.
Su visión se resume en tres grandes objetivos:
En su visita a Canarias, los primeros 20 jóvenes participantes en esta aventura han sido acogidos por la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, que ha contado a su vez con la colaboración de la Asociación de Amigos del Museo de Naturaleza y Arqueología. Ambas entidades anfitrionas han sido las encargadas de facilitar las visitas al MUNA así como a diversos espacios naturales y ecosistemas de la isla, actividades para las cuales se contó con personas locales expertas en diferentes materias relacionadas con la naturaleza canaria y su conservación.
En palabras de Stewart McPherson, líder del proyecto, “la conservación no se trata de lo que hemos perdido, sino de lo que todavía tenemos. Innumerables especies e incluso ecosistemas enteros pueden ser recuperados del borde del abismo. DARWIN200 empoderará a los líderes de conservación del mañana y al público mundial para cambiar el mundo para mejor y construir un futuro más brillante”.