En total, cerca de quince mil visitantes recibió el Museo de la Naturaleza y el Hombre durante el periodo estival.
Los meses de julio, agosto y septiembre, el Museo ofreció un amplio programa de actividades y propuestas escénicas en una playa recreada para la ocasión en el Patio de las Palmeras del citado museo.
La música nos trasladó –todos los jueves del mes de julio– a las más famosas y exóticas playas de la geografía mundial durante el ciclo de música “De costa a costa”. Agosto dio paso al cine de verano con “Mares Lejanos”, proyección de obras clásicas en las que la naturaleza, especialmente el mar y las playas, cobraban un especial significado.
Igualmente atractiva resultó la propuesta para el mes de septiembre, nada menos que la presentación del Festival Internacional de Cortometrajes «Tenerife Shorts», que incluyó la proyección del corto “Souvenir” y una velada musical a cargo de Dj Mister B.
Asimismo, y de nuevo dentro de este emergente mundo de los cortos, el Museo proyectó, también, varios trabajos sobre temáticas vinculadas a valores en torno a la Educación para el Desarrollo, en el contexto proporcionado por los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Y… ¡sorpresa, sorpresa! De un día para otro, la playa del Museo se trasformó en un inmenso desierto que se convirtió en el escenario idóneo para el espectáculo de danza contemporánea «Imágenes para el desierto».
Finalmente y como colofón, el cuarteto “The Mouse Project” cerró esta programación con un concierto que incluía sonidos estándares del jazz clásico –frescos y elegantes– ideales para la culminación de este proyecto cultural con tintes lúdicos, que convirtió las noches más cálidas en refrescantes encuentros de entretenimiento y conocimiento.
Mientras la música, el cine y la danza se daban cita en este particular espacio playero, una muestra de las mejores piezas de la colección de conchas marinas del citado centro museístico se exhibían en el hall aledaño.
Y durante las mañanas, los más pequeños disfrutaban –antes o después de visitar las colecciones del Museo– jugando y aprendiendo a la sombra de las palmeras en esta acogedora playa urbana, alejada del bullicio de la ciudad, y siempre presente en las actividades de esta edición de los talleres infantiles de verano que, en esta ocasión, reunió cerca de quinientos niños.