En la zona contigua al ámbito del Mundo Funerario, en la segunda planta del Museo de la Naturaleza y el Hombre, serán presentadas las dos momias guanches que, procedentes de Necochea, Argentina, han vuelto a la isla tras un largo periplo de 104 años.
Tras esta breve exposición de casi dos semanas, serán nuevamente retiradas para su estudio y conservación hasta que se realice la reforma museográfica que permita su ubicación definitiva.
Las momias guanches que han estado depositadas en el Museo Municipal de Ciencias Naturales de Necochea, en la provincia de Buenos Aires (República Argentina), durante buena parte del siglo XX forman parte del gran contingente de restos arqueológicos, especialmente momificados y esqueléticos, que salieron de Tenerife desde prácticamente el momento de la conquista en el siglo XV hasta comienzos del siglo pasado. Tenidos como meras curiosidades o como objetos de gran valor cultural, las momias guanches incrementaron las colecciones de grandes y no tan grandes museos y gabinetes de Europa (España, Francia, Inglaterra, Alemania) y América (Estados Unidos, Canadá, Argentina).
En la actualidad, el Museo Arqueológico de Tenerife cuenta con una importante colección de momias y restos momificados (superando largamente el centenar entre momias completas y otros restos, todos ellos perfectamente catalogados y estudiados), parte de la cual se encuentra expuesta al público en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife en una sección especial. Esta sección cuenta con las máximas medidas de seguridad tanto frente a agresiones y accidentes como a incidentes de tipo ambiental.
Los primeros estudios bioantropológicos que se han realizado en la Isla han revelado las siguientes conclusiones en cada una de las momias:
MOMIA NEC-1
Individuo adulto joven (20-24 años en el momento de la muerte), de sexo femenino, con una estatura de 137 cms en vida (inferior a los 159 cms de media para la mujer guanche) y muy grácil con un índice de robustez muy bajo. Restos muy fragmentarios de órganos internos. Existen signos evidentes de stress metabólico expresado por la presencia de una marcada hipoplasia del esmalte dental que, junto con esa reducida estatura y la gracilidad general del cuerpo, inclinan a pensar que esta mujer sufrió diversos episodios de tipo nutricional o de enfermedades crónicas durante su infancia y adolescencia (período de desarrollo) y que a la larga supondrían un hándicap para su salud, aunque los estudios paleopatológicos no revelan ninguna condición específica. A nivel de variabilidad anatómica se aprecia la presencia del cóndilo occipital derecho dividido (rara variación presente en menos del 1% en la población Guanche). La dieta consumida no se aleja del patrón general para la población momificada del Tenerife prehispánico: alto consumo proteico-calórico (carne, leche, y derivados lácteos) y bajo consumo de carbohidratos (cerales, plantas, etc.). Ello se corrobora por la ausencia de caries y el bajo grado de atrición dental.
MOMIA NEC-2
Individuo adulto (25-29 años de edad en el momento de la muerte), de sexo masculino, de estatura aproximada de 173 cms en vida (ligeramente superior a la media de la población masculina Guanche) y relativamente robusto. En las cavidades torácica y abdominal se han encontrado restos de diferente tamaño de diversos órganos internos (pulmón, bolsa pericárdica, y otros procedentes de hígado e intestinos más pequeños), igualmente se ha observado la presencia de elementos vegetales (hierbas diversas, polvo de corteza, etc.) utilizados en el proceso de momificación. Existen signos de un ligero stress metabólico durante el período de desarrollo que no afectaron al mismo de modo notable. Al igual que en el caso anterior, la dieta consumida no se aleja del patrón general para la población momificada del Tenerife prehispánico y también se corroba por la ausencia de caries y el bajo grado de atrición dental.
Llama la atención la flexión extrema de las rodillas sin que exista una flexión de caderas (por tanto, no se trata de la posición fetal típica de otras culturas) pero no existen signos de corte tendinoso sino ligeros arrancamientos de fibras y de ligamentos por lo que el mecanismo de flexión fue hecho a presión con el cadaver aún fresco.
En la zona del temporal izquierdo y zona ptérica, afectando al esfenoides, se observa una gran lesión osteolítica sin ningún signo de neoformación ósea reparativa compatible con un tumor maligno o una infección, lo que es muy dificil de discernir en hueso seco. A nivel de la zona astérica del mismo lado se encuentra presente un orificio troncónico típico de una trepanación guanche por barrenado realizada con instrumentos de basalto, lo que demuestra que se intentó un tratamiento para tratar paliar los efectos de la lesión. En cualquier caso, la lesión fue mortal.
Museo de la Naturaleza y el Hombre
C/ Fuente Morales s/n
38001 Santa Cruz de Tenerife
Horario: De martes a domingo de 9:00 a 19:00 hs.