Según Nacho Arias, el sentido de todo lo que nos rodea depende en gran medida del uso que tenga, cuando ese uso, esa utilidad, se cuestiona, la propia existencia de ese objeto parece desvanecerse. ¿Qué sentido tendría un espejo que no nos devuelve nuestra imagen?… ninguno porque nuestra sociedad actual sólo se rodea de objetos que puedan servirle.
El fotógrafo nos muestra toda una colección de objetos y personas cuidadosamente elegidos para representar una inquietante habitación de hotel; lámparas, mesillas, camas, ventanas, lavabos, maletas….. aparecen rodeando a toda una serie de personajes en su intimidad, los cuales nos atrapan en su atmosfera ambigua y nos conducen a imaginar, a crear y ver situaciones cuando menos inquietantes.
Esto podría ser suficiente pero el autor ha querido ir más allá, dar una vuelta de tuerca más en ese complejo juego que conforman imagen, imaginación y realidad. La apuesta es clara, sutil, llena de matices. Hay una intención evidente de hacer viajar al espectador, de invitarle a vivir, a sentir, a emocionarse como si lo que estuviera viendo fuera una película. ¿Por qué culturalmente la fotografía no ha conseguido independizarse de la realidad, por qué como espectadores seguimos exigiéndole una deuda con la verdad? Algo que no ocurre con el cine, por ejemplo. Son sólo algunas cuestiones que el autor quiere poner sobre la mesa. Sin duda podría contarles muchas más cosas sobre este trabajo pero prefiero que las descubran ustedes mismos.
Fecha: 9 de noviembre a 10 de diciembre de 2011.
Lugar: Museo de la Naturaleza y el Hombre
Horario: de martes a domingo, de 9:00 a 19:00h.