El día 15 de julio se inaugura, en el Museo de la Naturaleza y el Hombre, la exposición “Territorio”. Esta muestra, producida por el Observatorio del Paisaje de Canarias, pretende ser un catálogo abierto de lo que fue la Segunda Bienal de Canarias: “Arquitectura, Arte y Paisaje”.
Una bienal como la de Canarias, y más concretamente la segunda edición en la que se dieron cita, durante dos meses, más de trescientos participantes entre artistas, arquitectos, ingenieros, botánicos, filósofos, economistas etc. es, como poco, una experiencia de una enorme intensidad. Por ello, no está mal hacer un ejercicio de reflexión y vista atrás para ver, de forma autocrítica, cómo esa enorme olla a presión supuso la confrontación de ideas, más o menos radicales, y, en muchas ocasiones, diametralmente opuestas. Una realidad tan “poliédrica” como el paisaje tiene una enorme carga de subjetividad. Sin embargo, si pretendemos gestionar el paisaje, debemos contar con la enorme carga de elementos, a priori objetivos, que se dan en el territorio.
El ejercicio quizá más valioso fue intentar desentrañar, catalogar uno a uno, por así decirlo, los elementos que “hacen” paisaje. Partiendo de los elementos formales hasta las experiencias colectivas de todos los ciudadanos se trazó una matriz que, en cierta forma, pretendía resolver las siguientes cuestiones: ¿qué fue primero: el huevo o la gallina? ¿son los condicionantes como la orografía, la botánica o localización los que hacen paisaje? o ¿en un mundo con una capacidad tecnológica sin precedente el juego de los anhelos y los deseos de los ciudadanos son los que modulan el sustrato físico que es el territorio, hasta generar nuevos paisajes? De estas preguntas surgió, (silencio) el título de la Segunda Bienal de Canarias: “Arquitectura, Arte y Paisaje”.
John Cage contaba que tuvo la posibilidad en Harvard de entrar en una cámara sorda, una habitación totalmente insonorizada en la que, en teoría, no se oiría nada, pero él dice que oía dos sonidos, uno agudo y otro grave: su sistema nervioso funcionando y su circulación. Plantear el (silencio) suponía plantear una reflexión que nos permitiera percibir el paisaje sin estar mediatizados por la inmediatez de la toma de decisiones. Si eliminamos por un instante el ruido quizá podamos oír nuevos sonidos que nos hagan entender que el (silencio) es un concepto imposible en estado puro pero que existen infinidad de elementos a tener en cuenta que quedan en ocasiones apagados en ruido constante.
En este ejercicio de concreción que es la exposición “Territorio” hemos intentado limitarnos al ámbito de los trabajos planteados “desplegando” el catálogo de la segunda edición de la Bienal y cuestionando los métodos expositivos que utilizamos.
Lugar: Museo de la Naturaleza y el Hombre
Fecha: 15 de julio a 28 de agosto 2011.
Horario: de martes a domingo, de 9:00 a 13:00h. y de 16:00 a 19:00h.