Conchas marinas del mundo en el Museo de la Naturaleza y el Hombre, dentro del proyecto “Playa Emenehache”.
Desde siempre la especie humana ha sentido atracción por esas pequeñas joyas de la naturaleza que son las conchas de los moluscos marinos. Quizás, por esa razón, sea uno de los grupos zoológicos mejor estudiados, compuesto por un gran número de especies –cerca de 100.000–, que se distribuyen a lo largo y ancho de todo el mundo, desde la línea donde apenas llega la maresía de las olas hasta las profundidades abisales. A ello se une la gran variedad de formas y colores que van desde pequeños seres microscópicos a conchas de más de un metro, y del gris más opaco a los amarillos, verdes y azules más brillantes.
A lo largo de la historia las conchas marinas han sido valoradas como objetos de adorno en los hogares y como abalorios, monedas de cambio en varias culturas, símbolos de culto, instrumentos de sonido y un sinfín de utilidades varias. Sin embargo, una de las actividades que más daño ha causado a los moluscos, sobre todo a los más vistosos o más difíciles de recoger, ha sido el coleccionismo, llegando incluso a extinguir a algunas especies.
Con esta exposición queremos dar a conocer una pequeña muestra de las mejores piezas de esta colección del Museo de la Naturaleza y el Hombre, que consta de más de 130.000 ejemplares pertenecientes a especies de diferentes zonas del mundo.
Igualmente, queremos concienciar, en esta época del año, que nos aproximamos con más frecuencia a las zonas costeras, la importancia de estas especies en el ecosistema marino, incluso cuando se trata de conchas vacías medio enterradas en la arena. Sin ir más lejos, los componentes principales de la arena blanca de las nuestras playas son minúsculos trocitos de conchas.