En anteriores ocasiones hemos comentado que los tres apellidos más comunes en Canarias son, por este orden: Rodríguez, González y Hernández. También decíamos que estos patronímicos coincidían con los tres más abundantes entre los guanches bautizados (aculturizados) después de la conquista. Así mismo, hacíamos constar que, entre esos tres, el apellido Hernández («Los Hernández canarios», eldia.es, 18 de noviembre de 2014) es, de largo, mucho más abundante en Canarias que en cualquier otra región del Estado español (según el INE de 2015, 155.000 canarios y canarias lo llevan) más que madrileños (76.000) y andaluces (73.000) juntos, que suman una población de 14.800.000 habitantes, frente a los 2.100.000 de Canarias, o lo que es lo mismo, siete veces más.
Por otro lado, tenemos el apellido Santana (inicialmente se escribía Santa Ana), también mucho más frecuente (yo diría infinitamente más, sobre todo en la provincia oriental, donde es el segundo más abundante), en Canarias que en España. De hecho, existen 87.000 canarios apellidados Santana (81.500 en la provincia de Las Palmas de G.C.), por «solo» 2.500 en Madrid y 9.500 en Andalucía, acudiendo a los mismos ejemplos anteriores. Mucho se ha especulado sobre el origen de este apellido, pero lo cierto es que en Las Palmas se llamaba despectivamente «santaneros» a los niños depositados en la Casa Cuna que había en las inmediaciones de la catedral de Santa Ana. Este hecho motivó que, al cabo de los años, algunos cambiaran de apellido, por considerarlo denigrante, mientras la mayoría lo conservó con dignidad. Pero no todos los Santana de Canarias tienen este origen, pues desde el siglo XV ya aparecen documentos con antiguos canarios bautizados con este apellido. Así tenemos a Juan de Santa Ana y Roque de Santa Ana, peones de la llamada «compañía de Mininidra», que lucharon junto a los castellanos, contra los guanches, en la conquista de Tenerife. También figura, entre otros, Pedro de Santa Ana, que fue regidor de Gran Canaria a finales del siglo XV y comienzos del XVI (C. Platero, Los apellidos en Canarias, 1992).
Y es durante la conquista y colonización de América cuando comienza el continuo trasvase de canarios al Nuevo continente. Al principio (la mayoría guanches) fueron reclutados forzadamente como tropa de combate en la expansión imperialista hispana, pues ya habían probado sus excelentes cualidades guerreras durante la conquista de este Archipiélago. Es el caso de los centenares de guanches llevados por el Adelantado Pedro Fernández de Lugo (hijo de Alonso) en la expedición a Santa Marta, Colombia, en 1536. Allí murieron muchos de ellos, incluido el propio Adelantado. Recordando estos cruentos episodios y la presencia de «naturales» isleños, está el Río Guanche, en Colón (Panamá). Desde esas fechas, no ha cesado el flujo de decenas de miles de nuestros compatriotas hacia la mayoría de los países americanos, fundamentalmente los del Caribe. Al principio obligados, mas tarde en régimen de semiesclavitud (debido al llamado «Tributo de sangre», en los siglos XVII y XVIII), y finalmente, de manera voluntaria , en los siglos XIX y XX, a Cuba, Venezuela, Uruguay…, aquellos valientes y esforzados canarios sembraron América de ciudades y pueblos, como San Antonio de Texas, Montevideo, San Carlos de Tenerife (hoy un barrio de Santo Domingo), Monterrey (México), Hatillo (Puerto Rico), Matanzas (Cuba), o San Antonio de los Altos (actual Estado Miranda, Venezuela), por solo citar algunos, donde dejaron su original impronta y cultura.
Pero centrándonos ahora en los apellidos mencionados, resulta sorprendente descubrir que Hernández es el más numeroso en México (según el INE mejicano, más de siete millones de personas son portadoras de él). Lo mismo sucede en El Salvador, donde también ocupa el primer lugar, o en Venezuela (en Caracas es el primero, según comunicación personal del Profesor Manuel Hernández González), Cuba, Honduras o Guatemala, países en los que se sitúa entre los cuatro primeros. O en Costa Rica, Colombia y la Republica Dominicana, donde se encuentra entre los diez más comunes. Sorprendente, también, es el caso de Estados Unidos, en donde el apellido Hernández es el cuarto más común entre los de origen hispano, y ocupa el decimoquinto en el ranking total. Obviamente, esto es debido a la fuerte corriente migratoria latina hacia este país, especialmente desde México y Cuba, pero conviene recordar aquí la importante influencia canaria en este proceso migratorio, a lo largo de siglos, pues mientras en España el apellido Hernández ocupa el lugar número 13, en Canarias, como hemos visto, es el tercero más abundante, y resulta lógico pensar en ello.
Y cuando volvemos al Santana (Santa Ana), enseguida nos viene a la memoria la gesta heroica de los defensores de El Álamo (1836), en donde muchos canarios de San Antonio se unieron a la lucha y murieron por la independencia de Texas. Al final, la desigual batalla se decidió a favor del ejército mejicano, al mando del célebre general Antonio López de Santa Ana (Santana), lo que nos da pie a pensar en una posible, y porqué no, probable descendencia de este general -al igual que otros Santana célebres en América, véase el legendario rockero mejicano Carlos Santana- de aquellos primeros canarios colonizadores del Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Veracruz, Michoacán …, que tanto contribuyeron a la formación de las grandes naciones del Nuevo Mundo, y que aun esperan el reconocimiento y su diferenciada porción de gloria en la Historia.
Francisco García-Talavera Casañas, geólogo y paleontólogo, exdirector del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, expresidente de Museos de Tenerife y actual asesor emérito de la citada institución.