Estos estudios han concluido en la lectura de la tesis doctoral de la conservadora de Paleontología y Geología del citado museo
Las oscilaciones climáticas producidas en la Tierra en los últimos millones de años han generado importantes cambios en la flora y fauna de las diferentes regiones del planeta, que han quedado registrados en diferentes formaciones sedimentarias como playas levantadas, dunas cementadas o paleosuelos. La región macaronésica y, más concretamente, las islas Canarias no han quedado libres de dichas variaciones del clima que, entre otras cosas, ocasionó numerosos ascensos y descensos del nivel del mar (transgresiones y regresiones) y de la temperatura del agua marina, así como desplazamientos de las corrientes marinas. Todo ello permitió la aparición de nuevas especies y la extinción de otras, cuyos restos fósiles podemos encontrar en los yacimientos paleontológicos litorales de nuestras islas. Estos depósitos pertenecen principalmente a dos periodos de la historia de la Tierra muy bien definidos: el Neógeno (desde hace 20 millones de años hasta hace unos 2.8 millones de años) y Pleistoceno superior (hace unos 130 000 años), periodos que se caracterizan por tener unas condiciones climáticas cálidas.
El estudio de las asociaciones de moluscos marinos que aparecen fosilizadas en estos yacimientos constituye una de las líneas de investigación del Área de Paleontología del Museo de la Naturaleza y el Hombre. Los trabajos realizados sobre diferentes aspectos como la sistemática, la paleoecología y la bioestratigrafía de los moluscos gasterópodos hallados en los yacimientos del Neógeno de las islas de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria han permitido la realización de la tesis doctoral de la conservadora de Paleontología y Geología del mencionado museo, Esther Martín González, defendida el pasado 18 de enero en la Universidad de La Laguna.