El Museo de Naturaleza y Arqueología acogió la XXI edición de este festival, que aúna lo mejor de la danza hecha en Canarias, con artistas invitados procedentes de las Islas Baleares, a través de un programa de intercambio
Concepción Rivero destaca el festival, “que se ha convertido en una cita ineludible para los amantes de la danza, en un espectáculo único, donde el patrimonio arqueológico y cultural se fusiona con el baile en perfecta simbiosis”
El Museo de Naturaleza y Arqueología (MUNA) se convirtió, este martes, en escenario de danza para albergar las actuaciones de dos espectáculos de primer nivel que hicieron vibrar las entrañas del edificio en una interpretación única.
Las salas del MUNA acogieron, en la tarde de ayer, martes 27 de diciembre, la XXI edición del Festival de Danza Canarios Dentro y Fuera, con las actuaciones de la canaria Natalia Medina Compañía de Danza, que presentó ‘Limerencia’, y de la mallorquina Maya Triay, que bailó ‘Ella, regadera’.
Maya Triay, junto a Unaiuna, son dos de las tres compañías de origen balear que han sido invitadas en esta edición, a través de un programa de intercambio.
La consejera de Museos del Cabildo insular, Concepción Rivero, destacó la importancia que adquiere este festival, “que se ha convertido en cita ineludible para los amantes de la danza, ofreciendo un espectáculo único que se integra a la perfección en el museo para regalar al espectador una función en perfecta simbiosis con el patrimonio cultural y arqueológico”.
Además, hizo hincapié en que este festival, “contribuye a la dinamización del museo en unas fechas en las que siempre se reserva hueco para asistir a actividades culturales”. Asimismo, subrayó la calidad de las actuaciones interpretadas por artistas con una gran trayectoria nacional e internacional.
En este sentido, explicó que la función ‘Limerencia’, de la compañía de danza Natalia Medina, busca alcanzar una introspección en el yo enamorado, donde los bailarines invitan al público a reflexionar sobre la suerte y desdicha del amor.
Por otra parte, en ‘Ella, regadera’, de Maya Triay, representa la energía salvaje de la mujer, los impulsos creativos, intuitivos y alocados, que abandonan la norma y que brotan del cuerpo como el agua de una regadera. Esta artista mallorquina invita al público a recorrer un viaje desde las sensaciones más sutiles, a las escenas más brutales e incómodas.