Penélope Cruzado Caballero dará una charla divulgativa (sábado 11 a las 11:30) destinada a todo tipo de públicos, aunque sin duda alguna será muy del agrado de los más pequeños, grandes forofos de los dinosaurios. Con posterioridad, la conservadora Esther Martín, realizará una visita guiada a la Sala de Paleontología del Museo de la Naturaleza y el Hombre.
Hace aproximadamente 65 millones de años, un amplio porcentaje de vegetales y animales se extinguió de repente. Fue a finales del período Cretácico y existen diversas teorías al respecto. Algunos científicos atribuyen este evento a un proceso gradual que dio lugar a una extinción selectiva. Otros sostienen que se trató de una catástrofe, como la caída de un asteroide, que ocasionó una extinción masiva de estas especies.
Sin embargo, estas formas de vida pasadas no desaparecieron por completo. Dejaron rastros que aún hoy maravillan al hombre: los fósiles. Estas impresiones del pasado han contribuido a respaldar la teoría de la evolución y son la herramienta principal para estudiar el pasado geológico y reconstruir la historia de la Tierra.
Precisamente, de ese estudio se ocupa la Paleontología. Su objetivo es analizar todos los aspectos de la biología de las antiguas formas de vida: su forma y estructura, sus patrones de evolución, sus interrelaciones con las especies modernas, su distribución geográfica e interacción con el medio ambiente. Por la enorme cantidad de fósiles que se han encontrado en la Patagonia, esta tierra es una especie de meca de la Paleontología.
Penélope Cruzado Caballero es licenciada en Biología por la Universidad de La Laguna y realizó su tesis doctoral sobre dinosaurios hadrosáuridos en la Universidad de Zaragoza. También colabora con el equipo Aragosaurus en diversos yacimientos del Mesozoico de la Península Ibérica excavando tanto huesos como huellas de dinosaurios.
Actualmente reside en la ciudad de General Roca, en la Patagonia Argentina, donde trabaja en el equipo del reputado paleontólogo Rodolfo Coria, codescubridor de uno de los carnívoros terrestres más grandes conocidos, el Giganotosaurus carolinii, que desplazara de su reinado nada menos que al famosísimo Tyrannosaurus rex.