Introducción
La masa de aire que llega a las costas del archipiélago canario está condicionada por la distribución de la temperatura de la superficie del mar, estrechamente relacionada con la Corriente fría de Canarias. Generalmente, las masas de aire son expulsadas por el anticiclón caliente de las Azores, que en esta región forman los vientos alisios, vientos septentrionales débiles a moderados que soplan en el sector noroeste a noreste, dominante nornoreste y transportan a las islas aire húmedo y fresco. A esta capa de aire húmedo se le superpone otra capa seca, estando ambas separadas por una inversión vertical de temperaturas. Precisamente, en esta zona tiene lugar fenómenos de condensación de vapor de agua y coalescencia de gotitas de agua, desarrollándose una amplia capa de estratocúmulos, llamada popularmente mar de nubes.
Este tipo de estratificación atmosférica es muy estable, y las posibilidades de movimientos convectivos y turbulentas quedan limitados por la capa seca. En la costa del continente africano, donde más frías son las aguas se forman, principalmente en verano, una auténtica barrera de aire frío que, en las invasiones de aire caliente procedentes del interior del continente, no pueden remover, provocando que las masas de aire caliente a través de ésta se desplacen en altura hacia el océano. En Canarias este fenómeno es una de las causas de la inversión de temperaturas sobre el nivel del mar; nivel y espesor de la inversión de la temperatura que sufre grandes variaciones durante el transcurso del día. La altura de la base de la inversión suele disminuir progresivamente a medida que aumenta el calentamiento diurno del suelo.
La nubosidad orográfica no se ciñe a la idea extendida de su establecimiento sobre las vertientes norte, principalmente en el Valle de la Orotava. Las medianías están rodeadas de franjas de vegetación o bosques, cuyo albedo correspondiente facilita la formación del mar de nubes. No obstante, el albedo es la cantidad de radiación solar que es devuelta a la atmósfera tras chocar con la superficie terrestre. Los cultivos y bosques pueden disminuir la temperatura terrestre, a través del enfriamiento que produce la evapotranspiración o proceso que transfiere el agua desde la superficie a la atmósfera. También puede contribuir al enfriamiento terrestre debido al carbono absorbido por las plantas en su fotosíntesis.