El molino de mano indígena de Canarias existía en las civilizaciones mediterráneas históricas y en el Norte de África su difusión se promovió con la romanización desde inicios de nuestra era. Estos molinos miden entre 25 y 30 centímetros de diámetro, tienen un grosor de 5 a 9 centímetros y un agujero central de unos 7 centímetros, como este ejemplar depositado en el Museo Arqueológico de Tenerife. Según E. Laoust, los bereberes de Marruecos lo denominaban tasirt, con ligeras variantes según las tribus. El más primitivo era el molino circular tipo Zemmour que tiene las mismas características de nuestros ejemplares: una muela de piedra, engarzada sobre otra, a la que se otorgaba movimiento con un palito llamado afus n-tsirt que apoyaban en orificios labrados en la superficie.
Dr. José Juan Jiménez González
Conservador del Museo Arqueológico de Tenerife