Artículo de divulgación: «Rosalind Elsie Franklin (1920 – 1958). «The first lady» del ADN», por Conrado Rodríguez-Maffiotte

Rosalind Elsie Franklin (1920 – 1958). «The first lady» del ADN

Conrado Rodríguez-Maffiotte

Artículo de divulgación

Siempre, se ha creído, y aún se sigue creyendo en muchos ámbitos, que el ADN (ácido desoxirribonucleico, el ácido que contiene las bases genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de los seres vivos , siendo también responsable de la transmisión hereditaria) fue descubierto a mediados del siglo pasado por Watson y Crick. No es cierto, ese ácido había sido descubierto mucho antes y analizado por numerosos investigadores durante casi 90 años. Así, ya el médico y naturalista alemán Ernst Haeckel en sus investigaciones entre 1866 y 1871 había señalado que el material hereditario radicaba en el núcleo celular y por esas mismas fechas el médico y biólogo suizo Friedrich Miescher (1874), por los datos obtenidos en sus investigaciones sobre leucocitos en el pus obtenido en vendajes hospitalarios, confirmaría que ese material es un ácido nucleico, al que denominó “nucleína”.

Cincuenta años después, el médico y genetista británico Frederick Griffith (1928), investigando sobre la neumonía, llevaría a cabo uno de los experimentos más importantes en la historia de la genética, comprobando que cepas virulentas (cepas S o lisas) muertas del Streptococcus pneumoniae pueden transformar bacterias inocuas (cepas R o rugosas) atenuadas de bacterias vivas en igualmente virulentas, demostrando que las bacterias eran capaces de transferir información genética mediante el entonces llamado “transforming principle” o “principio de transformación” (así se llamaba entonces al ADN) y que hay genes responsables de patogenicidad.

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