Expediente nº 146: un misterioso caso (de museo)
Fátima Hernández Martín
Artículo de opinión
Casi una hora estuvo esperando en la antesala del despacho, hasta que finalmente le dejaron entrar gracias a que portaba el permiso oficial de acceso al lugar. Según lo acordado, se lo mostraron con cuidado y, extrañado, muy confuso, miró con detalle la pintura que se hallaba ante sus ojos. Alguien, hacía años, le había hablado de ella, de lo inexplicable que resultaba para los expertos y, aprovechando la oportunidad de su visita al Museo, recordó con nerviosismo cómo se había decidido a examinarla in situ con detenimiento. Algo en su interior le decía que aquello era diferente, incluso su leyenda, con delicadas letras arcaicas, insinuaba un peculiar origen. Observándola se percató de que no parecía igual a lo visto en otras ocasiones, durante sus pesquisas en vetustas bibliotecas, en sus viajes durante meses por densas zonas boscosas de islas lejanas. Recordó a sus colegas, empecinados en demostrar que era lo mismo (=idéntico) a algo ubicado en el almacén de esa misma institución, sin embargo, él necesitaba más información, ahondar en el suceso que marcó su descubrimiento…Talla, color, pose (majestuosa) qué inexplicable parecía, qué belleza. Decidió entonces que no quería concluir, escribir sus notas, porque intuía que el dato podía ser utilizado de manera incorrecta, desencadenar un nuevo dilema y prefirió salir a tomar el aire y respirar profundamente… ¿Qué podía ser aquello? ¿habría existido realmente?