De la momia solo se conservan las dos últimas vértebras torácicas, las vértebras lumbares, el sacro, las dos pelvis, los dos fémures derecho e izquierdo y la tibia derecha. Las piernas están cruzadas, la izquierda bajo la derecha. También conserva los genitales, presenta un pene claramente evidente, y aproximadamente 50 cm de intestino delgado (Foto 1).
Datación: 1117 AD – 1453 AD, aunque la fecha más probable es finales del siglo XIII.
Fue encontrada en la localidad de El Chorrillo por los corresponsales del antiguo Gabinete Científico de Santa Cruz de Tenerife, creado en 1877, y se desconocen las circunstancias de su hallazgo. Entró a formar parte de las colecciones del Museo Arqueológico de Tenerife en 1958 y procedía del Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife.
Se le han realizado diversos estudios, entre ellos radiografías, escáner, paleodieta y paleoparasitología.
Reinhard y otros colaboradores (2007, 2018) estudiaron el contenido intestinal de la momia y encontraron que la alimentación, en general, procedía de tres fuentes: plantas salvajes, plantas cultivadas y animales marinos, probablemente crustáceos. Lo que indica una dieta vegetal variada. El análisis muestra que el individuo consumió semillas salvajes, flores u hojas de plantas posiblemente medicinales, hierbas cultivadas, crustáceos y una fuente de almidón o fécula. En la parte externa del intestino se encontró arena con algunos tipos de pólenes de la zona.
En cuanto al estudio paleoparasitológico Arco Aguilar y otros autores, en una publicación de 2008, comentan la presencia del parásito Ascaris lumbricoides en el contenido intestinal de la momia, determinado por un huevo del mismo que se encontraba en las heces fosilizadas.
Hay que señalar que entre las momias depositadas en el Museo Arqueológico de Tenerife no es la única que presenta los genitales de forma evidente, existe un feto guanche (foto 2) masculino momificado, 24-26 semanas de gestación y procedencia desconocida, que conserva el cordón umbilical y los órganos genitales externos.
La presencia de genitales también ha sido mencionada en al menos dos momias más procedentes de una cueva funeraria en Güímar (necrópolis del Barranco de Herques). El 17 de octubre de 1764, Anchieta y Alarcón nos narra como en casa del Corregidor y en presencia del Teniente Coronel del Regimiento de Güímar se comentó como gente de la zona de Güímar había entrado en una cueva con muchos cuerpos de guanches y que uno de éstos se había introducido en un cajón y se había enviado al Corregidor D. Francisco Machado, que estaba en Madrid, para que la Corte conociese lo bien conservados que estaban los cuerpos de los guanches después de tantos años. Anchieta y Alarcón en este mismo texto describe con detalle la momia que pertenecía a un hombre y que conservaba no solo la punta de la nariz sino también los genitales. Esta momia llegó a Madrid en agosto de 1764 y fue regalada al rey Carlos III, y tras pasar por diversas instituciones actualmente se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Nacional.
El mismo Anchieta y Alarcón nos cuenta como en una casa particular pudo ver otra momia masculina que también conservaba los genitales.
El Instituto Canario de Bioantropología y el Museo Arqueológico de Tenerife están realizando en estos momentos una labor exhaustiva de recopilación de información y documentación que ayude a conocer la procedencia y circunstancias de los hallazgos de las colecciones de momias y restos esqueléticos, tanto de los depositados en el Museo Arqueológico de Tenerife como de los que se encuentran en el exterior.
Mercedes Martín, Técnico Instituto Canario de Bioantropología
MUNA, Museo de Naturaleza y Arqueología