En esta ocasión hablaremos de lo que Derrida en su libro Aporías; Morir-esperar (se). Los límites de la verdad (1998: 77) nos refiere: toda gran cultura es, ante todo, una cultura de la muerte. Cada cultura se caracteriza por su manera de aprehender y tratar el fenómeno de la muerte; sus propios ritos fúnebres, sus prácticas de duelo y sepultura, su propia valoración de la existencia, de la vida colectiva o de la vida individual. No hay cultura sin culto a los antepasados, sin ritualización del duelo, sin lugares y modos institucionales de sepultura.
Alfonso Miguel García Hernández (Santa Cruz de la Palma, España, 1961) es profesor titular de Universidad del área de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Laguna (Tenerife). Es licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Católica San Antonio de Murcia y doctor en Antropología por la Universidad de La Laguna. Presidente de la Sociedad Española e Internacional de Tanatología (www.tanatologia.org) y director de varios másteres universitarios relacionados con sus principales líneas de investigación: la educación en los cuidados al final de la vida, la muerte y el duelo, y la antropología de la muerte. Ha sido director del Departamento de Enfermería (2011-2015) y Vicerrector de Estudiantes (2015-2017) de la Universidad de La Laguna. Es autor de un buen número de publicaciones como Vivir el duelo. La experiencia de perder un hijo (2010); La pérdida y el duelo. Una experiencia compartida (2012) y El duelo. Un espacio intermedio de aprendizaje en la vida (2012).
Compagina su actividad académica con su pasión por la escultura.