Dentro del ciclo “Evolución…algo más que Darwin”. V Edición Detectives de la Naturaleza.
En pocos años la genética ha revolucionado la forma de ver la historia de la vida. Paralelamente al estudio de los fósiles, la paleontología molecular puede realizarse sobre seres vivos. Compara no solo las formas físicas (la morfología) sino los genes o los cromosomas de una especie y otra. Cuanto mayor son las similitudes, más reciente se considera el ancestro común de ambas especies.
Cuando analizamos retrospectivamente la historia de los fósiles de un grupo, como el de los homínidos (la familia de los seres humanos), lógicamente, comparamos los fósiles que encontramos con los individuos actuales. A partir de aquí, trazamos una trayectoria evolutiva entre los antiguos seres y los actuales, apoyándonos en la adquisición constante de características actuales.
El ejemplo más relevante es el estudio del genoma de las mitocondrias de los neandertales, homínidos de Denisova, los humanos de hoy en día y los simios. A partir de las mutaciones perdidas en las secuencias de ADN antiguo, los científicos calcularon que el homínido de Sima de los Huesos vivió hace unos 400.000 años y hallaron que compartía un ancestro común con los homínidos de Denisova, un grupo arcaico relacionado con los neandertales, hace unos 700.000 años.
Esta y algunas cuestiones más sobre este nuevo enfoque de los estudios paleontológicos serán tratadas en esta ponencia.