Los Nocturnos del 2016 arrancaron el pasado fin de semana con el mejor resultado posible: aforo completo para ambas sesiones, y una incesante cascada de llamadas de interesados que motivó la convocatoria de una edición extra para el próximo sábado 6 de febrero. En cuestión de un día, el aforo de esta última volvió a llenarse. Nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que vinieron, que vendrán y que llamaron pero no consiguieron entrada.
Afortunadamente, los Nocturnos de este año están empezando. Aún quedan las ediciones de primavera, de verano y de otoño. La próxima oportunidad para disfrutar de esta actividad en la que se dan la mano la historia, los cuentos, la música…y en esta ocasión, los patios de algunos inmuebles laguneros, será el 1 y el 2 de abril. En el patio de la Casa Lercaro, con Cervantes como temática de fondo. Les esperamos.
Tema: «El Agua»
En este «Nocturnos de Invierno» y desde la Casa Lercaro del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, tomaremos rumbo hacia el patio de una vivienda cercana a la torre de la Iglesia de La Concepción, en la antigua Villa de Arriba, en los límites con la laguna que daba parte de su nombre a la ciudad y muy cerca de la conocida plaza de la Pila Seca.
San Cristóbal de La Laguna nació en una cuna de agua que ha marcado su carácter y, así, sus calles, fuentes, acequias, lavaderos, canalones, desagües… no dejan de recordar al líquido elemento y se derraman inundando la ciudad del rumor del agua. En torno a ella se han fraguado desde amores pasionales a violentas revueltas sociales; los trabajadores de la tierra han clamado al cielo mediante rituales y ceremonias para atraer la lluvia mientras las «cabañuelas» trataban de augurar la humedad del año venidero. Y, por supuesto, las leyendas y las historias han surgido desde los ríos de magia que, subterráneos, corren por la ciudad. El agua ha sido la sangre que corre por las venas de San Cristóbal de La Laguna y, a través de ella, se ha nutrido y ha crecido, convirtiéndose en la ciudad que es hoy en día. Es por esto, que el Nocturno de Invierno, tan proclive por tradición a venir empapado y frío, ha querido rendir su pequeño homenaje al Agua, siempre presente en nuestro entorno, ya sea por su ausencia o su presencia. Y como gota a gota el agua nunca permanece quieta en el mismo lugar, les invitamos a discurrir por la ciudad acompañados de riachuelos de leyenda, lluvias de palabras y fuentes de imaginación inagotables. ¿A dónde nos conducirá? Aguas transparentes guardan el secreto.