La denominada como VARA de la danza de Las Vegas está constituida por una base de pírgano -raquis de la hoja de la palmera- de un metro veinte centímetros de largo aproximadamente y recubierta de haces de tiras plisadas y rizadas de papeles de seda multicolores. Se completa su decoración con la adición de dos lazos de cintas de raso o “moñas” (pequeñas flores elaboradas también en papel de seda) en los extremos de la vara. De su confección se encargan las mujeres del barrio de Las Vegas.
Esta localidad se sitúa en el municipio de Granadilla de Abona, en Tenerife. En él, cada 26 de julio celebran la festividad de Santa Ana, que es sacada en procesión junto con Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan. Presidiendo la comitiva procesional, delante de las imágenes, va una formación de siete hombres -los danzadores- que bailan unidos por unas varas recubiertas de tiras de papel. Los acompaña una pequeña agrupación musical con instrumentos de cuerdas (laúdes, bandurrias, guitarras, violín y ocasionalmente un timple) junto a las chácaras de dos danzadores. La melodía de esta danza -en ritmo ternario de frase corta-, de carácter votivo, ambulante y extrovertido, es muy simple y pegadiza, repitiéndose durante todo el desarrollo de la procesión. Los danzadores van ataviados con gorro y calzones: de color rojo para el guiador, amarillo para “los de la mano”, rosa para “los del medio” y verde para “los chacareros”; camisa blanca, fajín y banda cruzada al torso de colores contrastados, pañuelo blanco en la cintura y lazo de color en el hombro. Se complementa la indumentaria con medias de lana marrones y lonas blancas.
La Vara fue donada al Museo de Historia y Antropología de Tenerife en el año 2011 por la Asociación Danza de Las Vegas, bajo la presidencia de D. Ángel Francisco Casanova Gómez. Varios Técnicos del equipo se trasladaron, un caluroso mes de julio, a la citada localidad para tener un encuentro con la Asociación. En ese momento se hizo entrega de la pieza, así como la demostración de su elaboración. Por otro lado, tuvieron la deferencia, junto a la familia Guimerá Castañeda, de facilitarnos más información sobre la danza de varas, haciendo entrega de una copia digital de imágenes realizadas por don Ramón Guimerá Mulet, en los años cincuenta del pasado siglo. Un testimonio que favoreció documentar con más profundidad y con vistosidad gráfica esta valiosa manifestación de nuestro pasado.