Asociadas a celebraciones de carácter festivo, las parrandas han conformado uno de los elementos más definidores del panorama folklórico musical canario.
En progresivo crecimiento desde los años sesenta y acorde con las recientes revitalizaciones y recreaciones festivas, estas agrupaciones musicales, espontáneas u organizadas, aglutinan una importante variedad de géneros musicales, coreográficos e instrumentales de la más diversa procedencia.
Así, a los géneros de influencia aborigen, se le suman formas musicales de clara referencia peninsular y/o europea, y géneros y organología de origen latinoamericano. Guitarras y timples; chácaras, claves o requintos; isas, tajarastes o folías; pasodobles o tangos; son parte de la enorme amalgama de formas e instrumentos musicales de nuestras parrandas y expresión, como otras tantas manifestaciones culturales, de la compleja diversidad intracultural que caracteriza a la sociedad canaria.