De autoría incierta, la Casa de Carta debe su nombre a una de las familias más influyentes en la vida social, económica y cultural de Tenerife en el siglo XVIII: la familia Carta. Adquirida en 1726 a Lope Fernández de la Guerra por el Capitán Matías Rodríguez Carta, fue reedificada y restaurada casi en su totalidad, tal y como se recoge en el testamento de 1742: “la hemos plantado y reedificado a nuestra costa por estar toda ella perdida, arruinada y atrasada y asimismo hemos hecho las obras de casas, cisterna, lagar y bodega, y todo lo demás que en ella se halla en lo que hemos gastado muchos reales”. (Lope A. de la Guerra y Peña, Memorias).
En el transcurso de los años, muchos han sido sus dueños y moradores. En ella se alojaron personalidades ilustres, obispos, capitanes generales, llegando incluso a celebrarse alguna de las famosas Tertulias de Nava. También fue habitada por muchas familias de medianeros de Valle de Guerra que, con nostalgia, recuerdan sus vivencias infantiles entre sus muros.
Las actuales dependencias son el producto de una profunda restauración llevada a cabo por el Cabildo Insular a mediados de los años setenta del siglo XX, tras haber adquirido el inmueble como uno de los más singulares de la zona, en donde ya se utilizaban sus espacios como pequeño museo de antigüedades. Fue inaugurado como museo etnográfico el 24 de enero de 1987.