Literatura, música e historia
Ya en el siglo VIII a.C., el poeta Hesíodo cantaba las excelencias del Jardín de las Hespérides, del que tendríamos como vestigio el drago, uno de los muchos hijos de Ladón, el fiero dragón que arrojaba fuego por cien cabezas.
Platón y su Atlántida con el palacio y el templo de Poseidón, que al ser castigada por Zeus fue sumergida en las aguas quedando para siempre sólo a la vista las islas de Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde.
¿Qué decir de San Borondón? isla que toma el nombre del monje irlandés Saint Brendan (480-576), quien realizara una expedición por el Atlántico y que sirviera de inspiración en el siglo XVI al cremonés Leonardo Torriani, plasmándolo incluso en una cartografía.
A decir de todo ello, es innegable que la mitología y Canarias siempre han formado una simbiósis bien avenida. Aún cuando en 1312 Lancerotto Marocello descubre las islas Canarias, culminando la fallida empresa de los hermanos Vivaldi a finales del siglo XIII, nuestro Archipiélago no ha conseguido liberarse aún de ese halo de misterio que se pierde en la noche de los tiempos.
En este sentido, el periplo de Hanón el cartaginés, el viaje a Canarias de Juba II de Mauritania relatado por Plinio el Viejo, ¿llegaron a realizarse?… Igualmente, ¿el siglo I a.C. fue testigo de la llegada a nuestras costas del general romano Quinto Sertorio, hecho narrado por Abreu Galindo a instancias de las descripciones de Plutarco?
Estamos indudablemente ante cuestiones de difícil solución, pero siempre nos quedará la mitología
Amenizado por Ernesto Rodríguez Abad y Gregorio Machín
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