Un recorrido nocturno guiado por La Laguna, con parada obligada en la Casa Lercaro
Cae la tarde y con el ocaso del día llega la hora bruja en la que podemos visitar el pasado. Fuera queda el burbujear de las calles en un día a día que discurre plácidamente en nuestro presente. Dentro, las salas del Museo aguardan pacientes y silenciosas el sonido de los pasos que anuncian a los visitantes de «Noches de Museo». Solamenteellos estarán en las instalaciones, pues la acción tiene lugar fuera del horario de apertura.
La escalera señorial de la Casa Lercaro les da la bienvenida como lo hacía antaño con otros invitados ilustres. Cada peldaño hace de cuenta atrás para iniciar nuestro viaje. Pronto, las palabras y los objetos dibujarán escenarios de otras épocas por los que desfilará un elenco de personajes a los que la historia dotó de nombre propio y también aquellos otros que la forjaron, pero que permanecen en el anonimato: conquistadores y aborígenes, exploradores y lenguas, esclavos e ingenios azucareros, brujas y hechiceras, piratas y cosarios, monjas y emparedadas, ingenieros, milicianos y capitanes, lavanderas, lecheras y gangocheras, difuntas y fantasmas, decapitados, picotas y ajusticiados, pecadores y torturadores, campesinos, mancebas, delatores, delatados y san benitos, islas flotantes, mercados, contrabando, bibliotecas ricas y prohibidas, fuentes, pasadizos, amor, leyendas…
La ciudad de La Laguna, Tenerife, y Canarias en general, es una tierra tan prolífica para las buenas historias que es imposible acercarse a ellas sin quedar prendados. Mujeres y hombres nos susurrarán desde los ecos del pasado el acontecer de sus vidas y escucharemos sus voces a través de la experta voz de nuestra guía.
«Noches de Museo» es una actividad que nos propone viajar no solo a tiempos pretéritos, sino también a nuestras raíces, partiendo de un recorrido histórico que, muchas veces, supera con creces la ficción y que, en otras, baila con ella en perfecta sintonía. Al fin y al cabo, eso es la «Historia» con mayúsculas, una realidad poliédrica que podemos vivir y sentir desde distintos puntos de vista.
Casi veinte años de acción prácticamente ininterrumpida nos avalan. Súmate y camina por las «calles» del museo y por las «salas» de la ciudad, en una experiencia de las que hacen historia.