Recordar a los fallecidos se convertía en una fiesta en la víspera del día de difuntos o finados. Se enramaban las tumbas con flores y loas a los que ya no están, salían a la calle los Ranchos o Cofradías de Ánimas en busca de limosna y, además, las familias y vecinos se reunían para contar historias de finados. Las castañas, las nueces, las almendras e higos, el vino dulce, el anís o el ron miel acompañaban la velada en la que la pena y la nostalgia se sobrellevaban con ayuda de guitarras, bandolas, panderetas, castañuelas, sonajillas y triángulos. La costumbre de conmemorar a los muertos, sin embargo, tiene matices según las islas y sus zonas. El Pan por Dios que gritaban los más pequeños con sus cestas en la mano, de puerta en puerta, en Garachico, Buenavista o Santiago del Teide; los Santitos en época más reciente, en San Juan de la Rambla…y así en otros tantos lugares de las islas.
El Museo de Historia y Antropología, en su sede de la Casa Lercaro, reunirá en sus patios y salas una programación en torno a esta costumbre el próximo 1 de noviembre. Les invitamos a ver con otra luz el día de difuntos, asumiendo que, aunque rocemos la banalización de un hecho tan sobrecogedor como la muerte, la intención de esa noche es acercar lo lejano como costumbre, pero también recordar y no perder de vista que «somos para la muerte».
Actividades
Acción performativa Con M de Memoria (cómo recordamos los presentes a los ausentes).
Cuentos de finados
Rutas sobre la muerte guiadas y teatralizadas por la ciudad de La Laguna. En varios puntos aparecerán personajes contando su historia en primera persona.
Taller de arreglo floral
Taller de creación de velas
Gastronomía popular de finados. Espacio de degustación: castañas asadas, higos pasados, nueces y almendras. Vino tinto, blanco y dulce. Anís y ron miel.
Paseo por el Museo (recorrido no guiado por la exposición permanente).