Un mundo saturado de imágenes y una extendida cultura de la visualidad constituyen relevantes características de la sociedad contemporánea. Es difícil negar la etiqueta de espectáculo a la moderna cultura de consumo, en la que el mundo de la mercancía y el de la imagen parecen haberse convertido en sinónimos, y en el que la publicidad y todo tipo de entretenimientos han hecho que el valor-signo de las cosas sea más relevante que su valor-uso. La sociedad del espectáculo tuvo sus inicios en la confluencia entre los avances de la óptica, las innovaciones en el manejo de la luz y la imagen y las nuevas formas de ver que aparecieron en el tránsito a la Modernidad. Los dispositivos ópticos, que proliferaron en la era precinemática fueron decisivos en el nacimiento del homo spectator, con las que aparecieron las subjetividades e identidades propias de la moderna vida urbana.
En la primera mitad del siglo XIX, se diseñaron numerosos dispositivos ópticos, los juguetes filosóficos, con el objetivo de instruir sobre los principios científicos a la par que entretener y disfrutar. Todos esos juguetes originan efectos visuales mediante la acción manual. Para su funcionamiento, requieren la coordinación de la mano y el ojo. Manuales y perceptuales a la vez, supusieron una gran novedad en la moderna producción tecnológica de imágenes. En el placer de la acción y en las imágenes así obtenidas, reside el gran atractivo de estos dispositivos ópticos. Sencillos en apariencia, taumatropos, zootropos, fenisquitiscopios, praxinoscopios… no solo reproducen imágenes, sino que, de hecho, las producen. Máquinas para ver; pero al igual que no tocamos una melodía cuando damos vueltas a una caja de música, cuando accionamos un juguete óptico no tocamos las imágenes, que son solo para los ojos, tocamos el juguete. Con todo, proporcionando la ilusión de movimiento, los juguetes filosóficos significaron la superación de la tradicional representación estática de la pintura, los inicios de la producción de imágenes en movimiento.
En la carpa del Museo de Historia y Antropología de Tenerife presentaremos el funcionamiento de una selección de estos dispositivos, a la vez que comentaremos con los asistentes un proyecto museográfico alrededor de ellos en donde han confluido múltiples acciones de distintos profesionales que ejercen su labor en el mundo de los museos.