Exposición temporal: «Retinografías»

Retinografías

Rosa Abreu

Exposición temporal

El Museo de Historia y Antropología de Tenerife, en su sede de la Casa Lercaro, presenta en la exposición temporal «Retinografías», enmarcada en una de sus líneas de investigación museística, la relación entre los sentidos y el museo, el análisis de las políticas de la mirada como sentido tradicionalmente preeminente.

Esta exposición muestra la obra de Rosa Abreu, fotógrafa de Tenerife, que en 2023 formó parte de la muestra virtual «Contemporáneas», dentro del Festival PhotoEspaña. Esta autora fue seleccionada entre las veinte mujeres fotógrafas que se presentaron a la convocatoria internacional que promociona Mujeres fotógrafas contemporáneas para obra NFT (Non Fungible Token), dentro de la plataforma Cómo ser fotógrafa.

La obra de Rosa Abreu permite una reflexión crítica que evidencia las posibilidades artísticas, antropológicas, sociológicas, históricas y científicas de plantear las afecciones oculares como nuevas posibilidades de apreciar y percibir el mundo. «Retinografías» es una exposición que invita a experimentar cómo se mira cuando tenemos pérdida de visión, revelando toda una gama de escenas de visión doble, borrosa o nula, cuya combinación permite avanzar y reflexionar sobre el concepto de «mirar en el museo» y su relevancia en la práctica museística, en cómo se pueden expresar en los entornos multisensoriales del museo.

Retinografías está configurada por fotografías que ponen en cuestión los esencialismos de la visión y, por extensión, los esencialismos del museo, transmitiendo la idea de que no hay pureza visual, al igual que no hay pureza en los museos, donde los objetos que se exhiben están clasificados y jerarquizados para la vista, colonizando y domesticando con la mirada. La idea de que todo lo real es visible y, por consiguiente, que sólo lo visible es real, acentuada por la implementación de dispositivos tecnológicos (gafas, microscopio, cámara fotográfica, escáner) concebidos para registrar el mundo, constituye un sesgo visual de la cultura occidental que implantó el ocularcentrismo como el único régimen epistemológico y moral válido, denigrando y sometiendo a «los otros» a una interpretación occidental del conocimiento.