Somos viejos, pero queremos seguir siendo nuevos
Este 20 de diciembre, la sede de la Casa Lercaro del Museo de Historia y Antropología de Tenerife cumple veinticinco años.
Desde su apertura, allá por el año 1993, su colección no ha dejado de crecer y sus visitantes, tampoco. Sin muchas pretensiones, queremos celebrar este aniversario centrándonos precisamente en ambos elementos: las piezas y el público.
Si naciste ese mismo día, mes y año conviértete en un visitante especial y entra gratis durante todo el 2019 hasta que dejes de tener veinticinco (sólo tienes que acreditarlo en la recepción con algún documento oficial como el DNI). Además, cumplas años con el museo o no, ese día estás invitado a comer algo dulce con nosotros en el horario habitual (de 9:00 a 20:00 horas).
En el rincón dulce encontrarás una pieza del pasado sobre la que se ha intervenido para generar un poco de reflexión. Porque en los museos se guardan las cosas viejas, se exponen las cosas viejas, pero…. ¿se usan las cosas viejas? Se trata de una singular máquina de coser. Es antigua, pero lleva incorporada una moderna tecnología sobre una rueda de bicicleta que, al ser accionada por una persona, proyecta un vistoso y efectista haz de luz circular.
Las cosas nacen en un tiempo y lugar, cumplen su misión y, la mayoría, finalizan el ciclo convertidas en basura. Sin embargo, cuando esas cosas rediviven como objetos en la colección de un museo, sus vidas se eternizan, haciéndolos longevos y alejándolos de su ocaso. Pasado, presente, futuro… lo inanimado vuelto en sí, pero cumpliendo una función completamente distinta para la que fue creada. Un efecto, un divertimento, un guiño tan solo, para hacernos pensar sobre la idea de si las cosas de los museos ayudarán o no en el futuro a entender el pasado. Te proponemos que interactúes con ella, inmortaliza el momento con fotos, compártelo o guárdatelo. Al fin y al cabo, el patrimonio es mío, tuyo, suyo, nuestro… vuestro.