El Museo de Historia se suma a esta festividad religiosa, de gran arraigo entre los laguneros, participando de los eventos de la ciudad en la que se ubica y tratando de aplicar la concepción del Museo como un «todo» en el que la experiencia del público no acaba con la visita a la exposición permanente, sino que se prolonga a través de otras fórmulas con las que el Museo se manifiesta.El Corpus, fiesta de adoración al cuerpo de Dios, fue instituida en el año 1.230 por el Papa Urbano IV, como la fiesta universal de la Iglesia.
La festividad del Corpus en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna es una de las conmemoraciones mas antiguas de Tenerife.
La primera que se celebró tuvo lugar en tiempos del Adelantado Alonso Fernández de Lugo en la originaria iglesia parroquial de la Isla, Nuestra Señora de la Concepción. En 1521, con la finalización de la fábrica de la iglesia de Santa Maria de los Remedios (actual Catedral de La Laguna), el Cabildo establece la alternancia en la celebración de la festividad, ante el conflicto que se generó entre las dos iglesias para decidir cual sería la parroquia que celebraría la procesión del Corpus.
Las actas del Cabildo y los primeros documentos conservados de esta época dejan constancia de que, durante la festividad se efectuaban diversos actos religiosos y también populares como teatro; «correr toros»; «juego de cañas» en las que cuadrillas de jinetes se arrojaban lanzas, que debían esquivar utilizando escudos al estilo de los torneos medievales; danzas; fuegos artificiales; «carreras de sortijas» a caballo en las que el jinete debía ensartar la sortija en la lanza y como premio recibían prendas (varas de raso o damasco, guantes, etc.)
La tradición de confeccionar alfombras de flores fue iniciada en La Orotava por doña Leonor del Castillo Monteverde en 1847 y, desde aquí, se extendió a otros lugares de la Isla. Las primeras realizadas en La Laguna, datan de 1907.
Durante los días previos a la elaboración de la alfombra se procede a la recolección de los elementos vegetales que se han de utilizar, así como al diseño de los motivos que combinan formas geométricas, escenas bíblicas, temas alusivos al Corpus, etc. En un principio realizadas con flores y otros elementos vegetales, han sido sustituidas, en parte, por otros materiales más actuales. Las alfombras las confeccionan las familias que habitan las casas por las calles que discurre la procesión, empresas y entidades oficiales, que también se encargan de colgar reposteros u otros textiles en las ventanas y arrojar pétalos de flores desde los balcones, tal y como hacen las monjas Catalinas desde su ajimez. Muchos escolares participan de esta fiesta iniciándose así en esta tradición centenaria.