Costumbre de gran arraigo en la Isla, las cruces de mayo constituyen un punto de referencia dentro del variado conjunto de ofrendas florales de Tenerife.
El Museo de Historia y Antropología de Tenerife se suma a esta celebración con el enrame una cruz en su sede de la Casa Lercaro.
Se trata de una cruz tradicional, al estilo de las cruces de La Laguna, exenta de crucificado y con sudario. El arreglo floral, las velas y respaldo textil forman parte de los adornos que habitualmente se utilizan para su decoración. En algunos casos, se incluye también alguna imagen religiosa al pie de la citada cruz.
Desde hace tiempo, el Museo de Historia y Antropologia de Tenerife colabora con la Asociación de Cruces de Mayo de La Laguna para intentar conservar, o recuperar en algunos casos, esta tradición en el municipio.
La cruz es una figura universalmente utilizada que concentra una compleja y variada simbología, entre otras, la de punto de comunicación entre el cielo y la tierra, como árbol de la vida o como figura humana. Pero, sobre todo, la cruz es el símbolo por excelencia del cristianismo.
La fiesta de la Invención de la Santa Cruz se celebra cada tres de mayo. Su origen se atribuye a Santa Elena que encontraría la auténtica cruz de Cristo después de que su hijo, el emperador Constantino, le pidiese buscarla tras la visión de la Cruz que le ayudó a vencer en una desigual batalla contra sus enemigos en el siglo X.
Sin embargo, el mes de mayo es desde tiempos remotos un periodo de muchas fiestas religiosas y populares. Hay una exaltación de la naturaleza y comienza un nuevo ciclo de la vegetación y de la vida. Antiguamente en mayo existían numerosos ritos en torno a los árboles y los dioses, por este motivo es posible que la cruz haya sustituido a otros símbolos, sobre todo arbóreos, en un ejercicio de sincretismo religioso, tomando así elementos de fiestas paganas y fundiéndose con los cristianos.
En la tradición cristiana, los motivos por los que se colocan las cruces son variados: para identificar los pasos del Vía Crucis, señalizar puntos geográficos o los límites en los núcleos de población, como recuerdo de algún fallecimiento accidental o vincularse, especialmente en Canarias, con la fundación de algunas ciudades.
A todas estas cruces se las «enrama» el 3 de mayo. Tanto a las adosadas a los muros exteriores de los edificios como a las colocadas en capillas o en ermitas, a las cruces se las engalanan colocando a su alrededor ramos, plantas, velas y, en algunos casos, objetos valiosos y joyas.
Las cruces de mayo son unas de las ofrendas florales más populares en Canarias, y si bien hay en todas las islas localidades en las que se conmemora este día, es en Tenerife y La Palma donde está más extendido y celebrado el enrame y engalanamiento de cruces y capillas.