Con motivo de la exposición temporal “La imprenta en Tenerife: siglos XVIII al XX”, la cual puede contemplarse en la Biblioteca Municipal Central de Santa Cruz de Tenerife”, organizada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, el Museo de Historia y Antropología de Tenerife (MHA) ha cedido en préstamo una serie de objetos y documentos del denominado “fondo Benítez”, procedente de la familia homónima, muy conocida en la sociedad tinerfeña de finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, debido a la popular imprenta que gestionaban y, sobre todo, por el Museo Villa Benítez, una suerte de gabinete de curiosidades cuyas colecciones albergaban elementos de la cultura material aborigen, ejemplares de mineralogía, botánica, cartografía, etc.
Una vez que hemos procedido a revisar el inventario del referido fondo conservado en el MHA, institución a la que llegó procedente del cabildo de Tenerife, nos ha llamado la atención, sobremanera, dos lotes descritos de la manera que sigue:
A pesar de la vaguedad de la descripción, una ligera aproximación a ambos lotes nos remite a un artículo poco conocido publicado por Juan Álvarez Delgado – el cual lleva por título “La Historia de Canarias de A. J. Benítez. Un problema bibliográfico” – publicado en el nº 12 de la Revista de Historia Canaria. En esta curiosa publicación, el filólogo tinerfeño nos pone tras la pista sobre una supuesta polémica existente entre Anselmo J. Benítez, a la sazón director del Museo de Villa Benítez, y Miguel Maffiotte La – Roche, por la autoría de la obra Historia de las Islas Canarias (edición ilustrada)[1], publicada en 1916.En realidad hay que matizar que tal polémica no existió entre dichos autores, cuyas relaciones profesionales siempre fueron buenas, sino que la misma se generó entre la intelectualidad tinerfeña cuando Sebastián Padrón Acosta, en su Retablo Canario del siglo XIX atribuyó la autoría de la obra al referido Miguel Maffiotte.
A pesar de la observación de Sebastián Padrón, Álvarez Delgado se inclina a pensar que la obra es de Anselmo J. Benítez, quien igualmente figura en los créditos de la misma como editor, y confirma la fecha de 1916 recogida en la Guía de Tenerife. Entre otros argumentos, Álvarez Delgado recuerda que, además de citarse en la página 12 unas memorias de E.H. Pacheco impresas en 1.909, igualmente son citadas y comentadas, en la página 100, la obra Impresiones de Viajes e Investigaciones Científicas de don Manuel de Ossuna y Van den Heede, libro impreso en 1.912. Por ello, matiza Álvarez Delgado, “…todo ello nos lleva a una fecha posterior a ese año 1912, pero muy cercana a ella, pues no hay referencias seguras a hechos o datos posteriores al año 1916, que le asignó la Guía de Tenerife”. Prosigue Álvarez Delgado argumentando que “…curiosamente, en la página 50 dice: deteniéndose un poco en este valle adonde hoy 16 de mayo de 1912 hemos vuelto y en el cual escribimos este párrafo…Y subrayo que redactar las 500 páginas restantes del libro e imprimirlas no hace excesivo lapso de tiempo los cuatro años que faltan hasta la fecha de impresión antes indicada [1.916]”.
Ante estos argumentos, ¿por qué esa atribución a Maffiotte? Álvarez Delgado vuelve a recordarnos que, aunque es verdad que “…es coincidencia singular que Miguel Maffiotte La – Roche muriera […] el 30 de enero de 1.917 […] esto basta, porque ese año se inicia la gran crisis económica sufrida en Canarias a consecuencia de la Gran Guerra Europea (1914-1918), que de inmediato obligó a don Anselmo J. Benítez a cerrar su imprenta, y casi su Hotel Villa Benítez, por la desaparición total del turismo en las Islas […] Quizá lo que hizo a Padrón Acosta atribuir a Miguel Maffiotte esta Historia son las frecuentes citas a su padre Pedro Maffiotte (1816-1870), cuyo retrato y epistolario con Charles Lyell (págs.. 57 a 86) reproduce, así como dos manuscritos suyos de 1853 y 1859 (pág. 222 y 244). Pero tales elementos, así como su colección notable de fósiles (pág. 86), consigna expresamente el autor [nos referimos a Anselmo Benítez] que estaban en el Museo Villa Benítez, propiedad particular de don Anselmo J. Benítez, su creador y usufructuario, lo cual no obliga a pensar en su hijo Miguel”[2].
A partir del estudio del índice original del libro de Anselmo J. Benítez, incluido en su primera edición de 1916, a saber,
Hemos observado que la Historia ilustrada de las Islas Canarias (edición ilustrada) tiene una estructura inteligible hasta el capítulo 9. Los cinco restantes constituyen una miscelánea en la que ni siquiera aparecen los títulos de los capítulos insertos en el índice. Por lo que hemos observado en el fondo custodiado en el MHA, da la impresión que las denominadas “fichas histórico – cronológicas de Canarias”, “anotaciones de viajes a Canarias”, y “fichas de etnografía e historia de Canarias”, tal como reza el inventario de dicho fondo están, grosso modo, vinculadas con los capítulos 5-9.
Especialmente atractivas son las ilustraciones y fotografías incluidas en el libro – hemos contado un total de 93 -, algunas de las cuales están conservados en el fondo que actualmente se conserva en el MHA.
El visitante a la exposición puede contemplar un documento hasta la fecha inédito, que enriquece las colecciones de documentos conservadas en el MHA.
[1] Existe una copia del mismo en el CEDOCAM – Fondo antiguo (sala Sebastián de la NuezFA CAN 964 HIS)
[2] ÁLVAREZ DELGADO, Juan: “La Historia de Canarias de A. J. Benítez. Un problema bibliográfico”, en Revista de Historia Canaria, nº 12, pp. 177-178.