Lejos de parecer testimonios insustanciales, aburridos o mudos, los castillos que están esparcidos por la geografía insular representan una fuente para el conocimiento de la historia de Tenerife que, además, atrapan al espectador por su rotundidad estética. Aunque en las recientes dinámicas de actuación sobre el Patrimonio arquitectónico muchos restos son constantemente alterados y reinterpretados, estos han llegado, sin embargo, hasta nosotros, casi incólumes y sin apenas intervención.
El Museo de Historia y Antropología de Tenerife quiso aprovechar esta oportunidad y, en una maniobra que le lleva a actuar fuera de los límites físicos del edificio del Museo, los vertebra en un circuito de entretenimiento cultural que lleva ya 12 años de exitosa andadura. Tras varios planteamientos, el proyecto se pone en marcha centrándose únicamente en el municipio de Santa Cruz al considerar que eran, de todo el conjunto, los únicos castillos cerrados a la visita pública. La valoración, después de casi una docena de años de actividad ininterrumpida es altamente positiva. El número de asistentes se cifra en torno a 20.000 entre escolares y resto de público.
El grupo de participantes está acompañado en todo momento de una guía especializada, quien conduce a los asistentes a través de preguntas y explicaciones por las distintas fortificaciones. Se reparte material gráfico que contiene planos y fotos antiguas en un intento de situar las construcciones en su espacio y aspecto originales de forma que queden contextualizadas. La ruta tiene lugar los primeros sábados de mes y parte de las escalinatas del Auditorio que miran al mar.
Nº de viajeros: hasta 55 (capacidad máxima de la guagua).
Recorrido: Parque Marítimo (Castillo de S. Juan y Casa de la Pólvora) — Plaza de España (Centro de Interpretación del antiguo Castillo de S. Cristóbal) — Muelle Norte (Castillo de Paso Alto) — San Andrés (Castillo de S. Andrés).
Horario: A partir de las 11:00 horas.
El tiempo estimado de duración es de 2 horas y media.