En esta nueva temporada de «Nocturnos», el Museo de Historia y Antropología de Tenerife ha propuesto hacer una retrospectiva de una actividad que cumple quince años de trayectoria. Durante ese tiempo, estas veladas que combinan historia, música y literatura nos han hecho viajar al pasado en cada estación del año y, de esos múltiples periplos, nos hemos traído un baúl lleno de recuerdos. Gracias a las distintas búsquedas en él, reviviremos algunos de los temas tratados durante todos estos años.
En esta ocasión, con la caída de las hojas anunciando un nuevo crepúsculo de año, partimos hacia la última búsqueda que nos propone el museo en esta edición de «Nocturnos» de 2018. Nada más levantar la tapa del baúl que nos ha venido haciendo de maestro de ceremonias, sus goznes emiten un aullido tan desgarrador que recuerda al de los lobos de cuento en las noches de Luna, sembrando escalofríos entre los visitantes que recordarán así una pretérita velada de difuntos.
Seguiremos el viaje acompañados del sonido metálico de las espadas y del ritmo moribundo con el que los ranchos de ánimas avisaban de su llegada a las casas que debían ofrecer limosna por sus difuntos. Sentados a la mesa enlutada, al calor de la intimidad que invita a escuchar historias, irán apareciendo leyendas de brujas que andan buscando la juventud de las niñas para robársela y así rejuvenecer, o aquellas otras que susurradas a media voz nos cuentan cómo vaga el alma en pena de la suicida Catalina Lercaro por las salas del Museo de Historia y Antropología de Tenerife.
La historia se vestirá con el traje de las creencias populares y la tradición oral y nos hablará de aquellos que habitan el más allá tanto religioso como literario. El Palacio Lercaro será el umbral ¿te atreverás a cruzar al otro lado?
Amenizado por Ernesto Rodríguez Abad, Maruchy Hernández y Omaira Afonso.