La fiesta de la Invención de la Santa Cruz se celebra cada tres de mayo. Su origen se atribuye a Santa Elena, quien encontraría la auténtica cruz de Cristo.
En la tradición cristiana, los motivos por los que se colocan las cruces son variados: para identificar los pasos del vía crucis, señalizar puntos geográficos o los límites en los núcleos de población como recuerdo de algún fallecimiento accidental o para vincularse, especialmente en Canarias, con la fundación de algunas ciudades.
Las cruces de mayo son unas de las ofrendas florales más populares en nuestro archipiélago y, si bien hay en todas las islas localidades en las que se conmemora este día, es en Tenerife y en La Palma donde está más extendido y celebrado el enrame y engalanamiento de cruces y capillas.
Uno de los lugares de Tenerife donde la celebración de la cruz tiene mayor relevancia es en el municipio de Los Realejos, donde proliferan las cruces enramadas para ese día, tanto en el ámbito público como en el doméstico. En este último, las cruces se instalan en los patios u otras dependencias donde permanecen expuestas solamente para los amigos y familiares. Otras veces, se instalan en los zaguanes, fachadas, balcones o ventanas que se abren de par en par para mostrar una sencilla cruz en medio de flores y velas instaladas para ese día.