Una vez al año el personal de conservación de Museos de Tenerife, atendiendo a lo establecido en su Reglamento de organización y funcionamiento de Museos de Tenerife respecto a evaluar el estado de conservación de sus colecciones, expuestas o no, una vez al año, inicia la meticulosa tarea de retirar cada mota de polvo y se asegura de que cada objeto está listo para reiniciar su “enclaustramiento”, un año más. Las vitrinas se abren, los objetos se extraen con cuidado para su limpieza, se revisan con lupa para detectar posibles daños estructurales o ataques biológicos y, de nuevo, regresan al interior de sus habitáculos de cristal. Los techos, ventanas…de la casa Lercaro del siglo XVI, un “objeto” de colección en toda su extensión, también reciben gustosos su correspondiente tratamiento para que puedan sostener con dignidad la arquitectura del edificio.
De manera extraordinaria, y por primera vez, acompañados del personal del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, se desarrollarán visitas guiadas para grupos de hasta 30 personas, mostrando el “corazón abierto” del museo (Casa Lercaro), comentando la importancia de estas acciones de conservación, invitándoles a participar en ellas y respondiendo a sus curiosidades al respecto.