En uno de los planeros ubicados en el ámbito dedicado a la cartografía en la sede de la Casa Lercaro del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, el visitante tiene la oportunidad de contemplar la “Africae Tabvla IIII”, perteneciente a la colección Ulrich Ahlers que se encuentra depositada en el museo.
Siendo el único que se expone de esta tipología, la “Tabvla de Münster”, como popularmente se le conoce, se erige en claro exponente del redescubrimiento de la antigüedad por parte del hombre del Renacimiento, en la medida en que la representación concebida por el cosmógrafo y geógrafo alemán no es original sino que, más bien al contrario, es una elaboración a partir de los modelos planteados en la “Geografía”, de Ptolomeo, el gran aglutinador del conocimiento atesorado en el mundo clásico, del que cabe destacar las aportaciones del fenicio Marinus de Tiro. El principio básico de su obra fue el establecer que todas las representaciones del mundo conocido deberían estar determinados por la latitud y la longitud.
La “Geografía”, de Ptolomeo, fue editada por Münster en 1540 y, desde ese mismo momento, fue objeto de sucesivas reediciones, por el propio autor (1550) o por otros, véase Heinrich Petri (1542) o Gastaldi (1548).
En todas ellas, las “tábulas” que representaban a África eran cuatro. La primera representaba siempre el noroeste de África (Marruecos y alrededores), la segunda el África Septentrional (Túnez y Libia), la tercera el noreste del continente, en especial Egipto. La cuarta, que es la que se expone en el museo, representa todo el África conocida en los tiempos de Ptolomeo, hasta los “Montes de la Luna”, en el sur. Además de Europa meridional y el Asia Menor
El límite noroccidental de la referida representación lo marcan las “Fotunatae Ins.” (Islas Canarias), siguiendo la tradición del “finis terrae” del mundo clásico, y de las que sólo se hace mención a la isla de “Canaria”. La inclusión de las Islas en la Tabvla responde al conocimiento de Ptolomeo de las descripciones aportadas años antes por Plinio el Viejo en su “Historia Natural”, aunque también al redescubrimiento de las mismas por el hombre del Renacimiento, sabedor de la existencia de la expedición de Lancelotto Malocello, en 1312. Münster no fue ajeno a la misma.
Bajo el título “¿Sabías que…?”, presentamos esta sección que incluye curiosidades, anécdotas, particularidades de algunos objetos, piezas o especímenes; referencias a antiguas expediciones; resultado de los trabajos de investigación y demás temas vinculados con Museos de Tenerife.