El amor es una función que ha creado la vida y la evolución para perpetuarse. Es otra función vital, como comer, respirar o volar, pero tan eficaz que puede afirmarse que es la responsable del surgimiento y evolución de nuestra especie. Probablemente, no haya habido en los últimos millones de años nada en el proceso evolutivo con tanta fuerza y repercusión en la difusión de la vida como el amor humano.
La evolución biológica seleccionó el amor en los humanos como el factor esencial para la supervivencia de las crías, nacidas indefensas y con un desarrollo cada vez más lento a lo largo del último millón de años. Al mismo tiempo, el amor promovió la aparición de un protolenguaje que surgió en la relación materno-filial y que fue, probablemente, común a toda la incipiente humanidad. Ese lenguaje evolucionó posteriormente hacia el actual lenguaje verbal en nuestra propia especie. El amor es la causa de la humanidad.
La evolución humana se suele explicar en función de factores como la marcha erguida, la liberación de las manos, la construcción de herramientas, o impulsada por conductas como la lucha o la caza, de aparente superioridad masculina. Sin embargo, en la conferencia resaltaremos el papel del amor, y también de la mujer, en nuestra evolución.
Esa interpretación del amor como el factor esencial y diferencial de la evolución humana posibilita una mejor comprensión de los términos y conceptos usualmente asociados a la palabra «amor». La amplia terminología amorosa relacionada con las intensas emociones, sensaciones y sentimientos asociados al amor ha contribuido a la progresiva dificultad para definir el amor como lo que es: una función mental específica
En efecto, el conocimiento cada vez más detallado del sustrato neuroquímico del amor permite ubicarlo dentro del conjunto de las funciones mentales, así como precisar su relación con ellas. Al mismo tiempo, la mejor comprensión de algunas propiedades esenciales de nuestro sistema nervioso, como su flexibilidad y plasticidad, y también de la naturaleza epigenética del desarrollo individual, permiten entender mejor cómo ha ido construyéndose la mente humana y qué influencia ha tenido el amor en su desarrollo y características.
Al entender el papel del amor en la evolución de la especie humana y del propio individuo, empezaremos a entender algunas peculiaridades humanas que todavía carecen de explicación convincente, desde la existencia de un prolongado período de infancia y niñez tras el destete, inexistente en los primates más próximos, hasta la mayor longevidad de la mujer respecto al hombre. También nos ayuda a entender mejor el origen de procesos implicados, o desencadenantes, en muchas enfermedades mentales y de muchas circunstancias sociales indeseables que, como el maltrato, pueden afectar enormemente a las personas y a las relaciones humanas.
Enrique Burunat Gutiérrez es doctor en Ciencias Biológicas y profesor de la Universidad de La Laguna desde 1979. Actualmente es profesor Titular de Psicobiología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la ULL (Sección de Psicología y Logopedia). Ha sido profesor de varios Grados y Posgrados de la ULL, donde también ha ocupado diferentes cargos de gestión. Fue promotor de la asignatura de Neuropedagogía en el Plan de Estudios de Pedagogía de 1994. También ha sido tutor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Además, es miembro de varias sociedades de neurociencias y ha colaborado en más de veinte proyectos de investigación. Es autor y coautor de unos cincuenta artículos y contribuciones a congresos, así como de varios libros, el último, titulado Amor y origen de la Humanidad, de 2014. En su labor investigadora ha utilizado diversas tecnologías y ha colaborado con profesionales de varios centros, especialmente del Instituto de Astrofísica de Canarias. Desde la perspectiva de la Neurociencia ha tratado aspectos de la percepción, el control del movimiento, la sustitución sensorial, el aprendizaje, la emoción y la motivación, el fenómeno placebo y las adicciones, entre otros.
Los grupos de investigación de los que ha formado parte han merecido, entre otras distinciones, el Premio Nacional de Investigación Científica Farmacológica, otorgado por la Fundación Farmacéutica Avenzoar de Sevilla en 1987, y el Premio de Investigación sobre Accesibilidad, otorgado por el Gobierno de Canarias en 2004.
- Lugar: Museo de la Ciencia y el Cosmos
- Día: 24 de febrero de 2018
- Hora: 20:00-21:30 h. Conferencia y debate. Museo abierto hasta las 24:00 h
- Mini-shows científicos: monitores de Planeta Ciencias
- Gastronomía: Setevalaolla
- Entrada: 3 euros (incluye una consumición)
- Aforo limitado: 154 espectadores
- Venta de entradas: en la recepción del museo hasta la hora de comienzo y en este enlace