Tras el éxito de la Misión de Mantenimiento n. 4 (SM4), a cargo de seis astronautas en el transbordador Atlantis, en mayo de este año, el Telescopio Espacial Hubble ha cobrado vida nueva. La finalidad de cada una de las misiones de mantenimiento anteriores ha sido mejorar la productividad científica a través de la sustitución de instrumentos u otros componentes operativos. Sin embargo, debido a su complejidad, en ningún momento se había considerado la posibilidad de reparar in situ instrumentos averiados hasta ahora. En la misión SM4, además de instalarse dos nuevos instrumentos -el Espectrógrafo Orígenes Cósmicos (COS, por sus siglas en inglés) y la Cámara de Gran Campo 3 (WFC3), se realizaron por primera vez reparaciones en órbita, haciendo funcionar de nuevo dos instrumentos averiados: el Espectrógrafo de Imagen del Telescopio Espacial (STIS) y la Cámara Avanzada para Muestreos (ACS). También se cambiaron las baterías para mantener el suministro eléctrico del telescopio hasta bien entrada la próxima década. Pero, ¿qué tipo de observaciones científicas se podrán realizar? La respuesta a esta pregunta ya ha llegado con las primeras observaciones de cada uno de los instrumentos, y las perspectivas son maravillosas.
Lisa Mazzuca es astrofísica y miembro del Centro Goddard para Vuelos Espaciales de la NASA. Durante el SM4 fue Jefa de Operaciones de Integración y Pruebas de la Misión de Mantenimiento del Telescopio Espacial Hubble y, posteriormente, Jefa de Operaciones de Instrumentación. Actualmente se encuentra de visita en el Instituto de Astrofísica de Canarias.
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