El cine como arte y la química como ciencia han mantenido vínculos fundamentales. Ambos pertenecen a ese complejo mundo de la cultura, tanto artística como científica, que los seres humanos hemos construido a partir de nuestro entorno. En sus comienzos, a finales del siglo XIX, el cine fue uno de los hijos tecnológicos de la química. El propio concepto de “película” tiene su origen a partir de las emulsiones que se utilizaban en fotografía. Pioneros como Edison y los hermanos Lumière, profundos conocedores de la química de su tiempo, partieron de ésta para dar forma a las técnicas cinematográficas. Sin la química, el soporte físico del cine no hubiera sido posible y la propia existencia del séptimo arte no hubiera sido más que una ilusión.
Desde otros puntos de vista, tanto el cine como la química forman parte de la vida humana. No es necesario ser especialista en ninguna de estas dos disciplinas para comprobar cómo ambas conviven con nosotros de manera cotidiana. Mientras que todos los días hacemos uso de múltiples aplicaciones de la química, el cine forma parte de nuestro imaginario colectivo. Quizá sea esta cotidianidad la que en algunos casos haga posible que ambos mundos intercambien sus lenguajes. De esta forma viene siendo muy usual hacer referencia a la buena relación profesional y artística entre los protagonistas de las películas mediante la expresión “tener buena química”.
Si por química se entiende la ciencia de la combinación de diversas sustancias, por cine se podría entender el arte de la combinación de diferentes elementos estéticos (imagen, sonido, narración…). Este protagonismo de la “composición” en ambos mundos, aparentemente dispares, también los hace un poco más similares. De igual forma, estas conexiones se incrementan en los casos en los que el cine ha reflejado en las historias que cuenta a la química o a los hombres y mujeres que la han hecho posible. Mientras que la química ha utilizado al cine en forma de uno de sus rendimientos tecnológicos, el cine siempre ha sabido mucho de química en la historia de sus argumentos…
De ahí el título “¡QUÍMICA, se rueda!” propuesto para la cuarta edición de los cursos de Cine y Ciencia en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, coincidiendo además con el Año Internacional de la Química. Este curso se celebrará en el Museo del 18 al 28 de octubre de 2011 con el patrocinio de Danone. Industrias Lácteas de Canarias, S.A.
PROGRAMA
Martes 18/10
19:00h.
PRESENTACIÓN
AMAYA CONDE MARTÍNEZ
(Presidenta del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife)
CARMEN DEL PUERTO VARELA
(DIrectora del Museo de la Ciencia y el Cosmos)
MANUEL NORTE MARTÍN
(Catedrático de Química Orgánica de la Universidad de La Laguna. Director del IUBO-AG, Instituto Universitario de Bio-Orgánica “Antonio González”)
ERIK STENGLER
(Astrofísico. Museo de la Ciencia y el Cosmos)
19:30h.
“LA TABLA PERIÓDICA: Hollywood respira Helio”
JUAN ANTONIO RIBAS PÉREZ
(Químico, divulgador y monitor del proyecto “Educar la mirada”)
La química nació con la conquista del fuego por el hombre y sus orígenes deberían encontrarse en las artes y oficios del hombre primitivo, de los que tenemos idea por los materiales usados por él y encontrados en los restos de las civilizaciones antiguas. Así pues, hablamos de la edad del oro y de la plata, la edad del bronce o edad del hierro. Así, en películas como Conan, el bárbaro (John Millius, 1981), aunque situada en un mundo imaginario, podemos ver perfectamente cómo se va tratando el metal para construir una magnífica espada que servirá de arma al héroe”, explicó Juan Antonio Ribas en su charla de ayer. Desde entonces, las ideas y los conceptos químicos han ido cambiando, avanzando (e incluso retrocediendo con el tiempo). Ya Demócrito intuía el átomo como la parte más pequeña en la que se puede dividir la materia y desarrollaba la teoría del “atomismo”, enterrada posteriormente por culpa de Aristóteles durante más de 1.000 años. En “Nuestro amigo el átomo”, un programa para televisión realizado en la factoría Disney con fines divulgativos podemos comprobarlo perfectamente. En la Edad Media, los emergentes alquimistas, en su afán de buscar “la piedra filosofal” y el “elixir de la vida” hicieron grandes avances en el descubrimiento de nuevas sustancias y elementos, que posteriormente necesitaron ser clasificados y nombrados. En un momento puntual de la magnífica película El nombre de la rosa (Jean Jacques Annaud, 1986), podemos observar claramente el laboratorio del monasterio, curiosamente más parecido al centro de investigación de un alquimista que a un lugar de recogimiento para monjes.
De esa necesidad de clasificar los elementos nace la tabla periódica moderna, donde cada átomo ocupa un lugar adecuado de acuerdo con sus características químicas y su relación con el resto de los elementos. Son muchos los documentales que nos ayudan a entender de una manera visual y clara el motivo de esa distribución en la tabla, y de ellos nos ayudaremos. En particular en un programa especial de la serie “Redes” de Televisión Española, del divulgador científico Eduard Punset, se hace un rápido recorrido a la tabla y a los motivos de la colocación de los distintos elementos en ella.
Pero Hollywood también se ha hecho partícipe de la utilización de uno u otra forma de los elementos químicos en el cine. Así, desde la presencia del oro (uno de los primeros metales conocidos y usados por la Humanidad) o de la plata en múltiples westerns, películas de robos o aventuras, etc., a la amplia difusión en un momento dado de los elementos radiactivos (uranio, polonio, plutonio…) debido a la gran cantidad de películas que se hicieron en la época dorada de la ciencia ficción que tenían como tema la energía nuclear, son muchos los elementos presentes en muchos títulos y, curiosamente, de manera muy real y científica. En la charla se dio un rápido repaso al al oxígeno (Desafío total), al berilio (Fuego verde), al arsénico (El nombre de la rosa) y a otros elementos sin olvidarnos, por supuesto, del Helio, porque todos hemos aprendido en el cine y en la televisión que si respiramos dicho gas, al final nuestra voz será mucho más aguda durante un tiempo. Juan Antonio Ribas hizo el experimento en la sala.
Miércoles 19/10
19:00h.
“Historia de la Química en el Cine: Marie Curie”
JAVIER ORDÓÑEZ RODRÍGUEZ
(Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad Autónoma de Madrid)
El cine ha preferido con frecuencia mostrar instrumentos de la física frente a los laboratorios de química. La pujanza de la electricidad ha desbancado con frecuencia el mundo de la probeta, muchas veces más relacionado con el del inventor loco. Cuando se trataba de mostrar científicos, prefería los médicos, y cuando no eran médicos los protagonistas, los relatos versaban casi siempre de científicos varones. La figura de Madame Curie ha sido una excepción hasta tiempos muy recientes, ya que el año 1943 se rodó la primera película sobre su vida. La conferencia parte del análisis del film para adentrarse en la manera de representar el mundo de la química en el cine.
Javier Ordóñez es Catedrático de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid. Ha escrito «Ideas e Inventos de un milenio 900-1900» y otros libros de su especialidad como Ciencia, Tecnología e Historia (FCE) Historia de la Ciencia (Espasa Calpe), Teorías del Universo (Síntesis). En la actualidad trabaja en un proyecto cuyo objeto de estudio son las relaciones entre ciencia y guerra. Asesor de la película Ágora de Alejandro Amenabar.
Jueves 20/10
19:00h.
“EL ADN PROYECTADO: La química de la vida en el cine”
TOMÁS MARTÍN HERNÁNDEZ
(Profesor de Filosofía. IES “Rafael Arozarena”)
En el marco de las relaciones entre el cine y la química, el ADN ocupa un lugar destacado. Desde un punto científico, “nos estamos refiriendo a la molécula química que da lugar a la vida. Tan sólo este hecho le otorga un especial protagonismo químico y biológico. Pero el ADN, objeto de estudio de diversas disciplinas científicas, ha trascendido del marco de la ciencia para llegar a convertirse en un auténtico fenómeno cultural. De esta forma se podría decir que el ADN y sus implicaciones han fijado la atención tanto de científicos como de filósofos y teólogos. Esta interdisciplinariedad se hace aún más intensa cuando puede ser acometida desde diversas perspectivas. Tomás Martín, en su charla de mañana jueves 20 de octubre titulada “El ADN proyectado: La química de la vida en el cine” nos contará, en primer lugar, la historia tanto de su descubrimiento como de sus aplicaciones. En segundo lugar, recurrirá a diversas ciencias para comprender su estructura y funcionamiento. Por último, pondrá de manifiesto cómo el ADN posee también valores estéticos y artísticos y analizará las diferentes maneras en las que el cine ha proyectado en las pantallas a esta molécula. En este caso, los resultados irán desde el documental hasta el cine, que ponen de manifiesto las repercusiones de la genética y las biotecnologías.
Tomás Martín Hernández es profesor de Filosofía de Enseñanza Secundaria desde 1992. En la actualidad está destinado en el IES Rafael Arozarena (La Orotava). Imparte clases de Historia y Lenguaje de Cine a alumnos de Bachillerato. Mantiene una línea de investigación y utilización sobre el uso didáctico del Cine. Ha impartido diversos cursos de formación del profesorado en el marco de la Consejería de Educación del Gobierno Autónomo de Canarias. Ha colaborado con la Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia. Ha participado en el Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias. Ha asistido como ponente a varios congresos internacionales sobre cine, ciencia y cultura popular. Ha editado diversos artículos en revistas universitarias sobre cine. Ha participado como ponente en las 3 ediciones del curso “¡Ciencia, se Rueda!” organizado por el Museo de la Ciencia y el Cosmos de La Laguna.
Viernes 21/10
19:00h.
PRESENTACIÓN DEL DOCUMENTAL: “El misterio de los cristales gigantes”
JAVIER TRUEBA RODRÍGUEZ
(Director de documentales y fotógrafo)
“El misterio de los cristales gigantes” es una fascinante aventura de investigación científica. Un viaje en el que nos adentraremos en las profundidades de la Tierra en busca de los más bellos tesoros del mundo mineral para explicar uno de sus grandes misterios: la formación de los cristales gigantes de yeso. Desde las minas romanas de Segóbriga descritas por Plinio el Viejo, hasta la geoda más grande de Europa en Almería (España); desde las profundidades volcánicas de la cordillera andina, hasta la grandiosa Cueva de los Cristales de Naica, un auténtico palacio de cristal oculto bajo el desierto mexicano de Chihuahua. Un recorrido de la mano del profesor Juan Manuel García Ruiz que nos descubrirá el maravilloso mundo de los cristales, su ciencia y su belleza y en el que desvelará el misterio de su formación.
Domingo 23/10
16:00h.
SESIÓN INFANTIL: “De Micky, el alquimista, a Bugs Bunny y el Dr. Hyde”
JUAN ANTONIO RIBAS PÉREZ
(Químico, divulgador y monitor del proyecto “Educar la mirada”)
Según el diccionario de la lengua de la Real Academia Española, podemos definir “Química” como la “ciencia que estudia la estructura, propiedades y transformaciones de la materia a partir de su composición atómica”. Perfecta y simple definición, pero, ¿la entendería un niño o una niña de diez u once años? Evidentemente, la respuesta, al menos en un 90 por ciento de los casos, sería negativa. Tratar de hacer llegar a las pequeñas mentes los conceptos relacionados con el maravilloso mundo de la química será la intención, pero siempre sin olvidar la realidad de la ciencia.
Con un rápido repaso a la historia de la química, desde el descubrimiento y el uso del fuego (la combustión) en manos de el “maestro”, el venerable anciano barbudo de la mítica serie de televisión “Érase una vez… el hombre”, pasando por los primeros alquimistas, cuya representación en pantalla más clara corresponde al ratón Mickey en su conocido corto “El aprendiz de brujo”, nos acercaremos a la figura de científicos imaginarios, como con el que se debe enfrentar el sin par Bugs Bunny, y a científicos reales, como Antoine Lavoisier, uno de los padres de la química moderna, de nuevo de la mano de Albert Barillé y su serie “Érase una vez… los inventores”. Y para terminar, algo de química ficción moderna, porque con Robin Williams descubriremos nuevas sustancias “verdes, blandas y divertidas” en “Flubber, el profesor chiflado”.
Veremos, en definitiva, que más allá de la realidad, la química puede resultar atractiva, educativa e interesante para cualquiera. Así, al finalizar podremos entender lo que el hijo de una pareja de químicos, muy interesado por el trabajo de sus padres, dijo un día a su madre a la hora del desayuno: “Mamá, esta disolución de cacao en ácido láctico está a una temperatura inferior a 20 º centígrados y además le falta C12H22O11”. Y la madre rápidamente cogió “la leche con cacao, la calentó un poco y le añadió el azúcar que faltaba”.
La química puede ser divertida.
Martes 25/10
19:00h.
“La Química del Universo en el cine”
IRENE PUERTO GIMÉNEZ
(Astrofísica. Instituto de Astrofísica de Canarias)
ERIK STENGLER LARREA
(Astrofísico. Museo de la Ciencia y el Cosmos)
Miércoles 26/10
19:00h.
“LA MANZANA DE ANTIMATERIA: Oxidación, explosiones y destrucción masiva”
ERIK STENGLER LARREA
(Astrofísico. Museo de la Ciencia y el Cosmos)
En el marco del curso “¡QUÍMICA, se rueda!”, que se está celebrando en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, con el patrocinio de “Danone. Industrias Lácteas de Canarias”, hoy miércoles, 26 de octubre, a las 19h, tendrá lugar la conferencia “LA MANZANA ANTIMATERIA: oxidación, explosiones y destrucción masiva”, a cargo de Erik Stengler, astrofísico y responsable de Didáctica del Museo.
Intentemos imaginarnos el cine sin explosiones. Una fracción importante de las películas se quedarían cojas, faltándoles uno de sus mayores reclamos para demostrar el despliegue de medios y efectos especiales con que cuenta una producción. No en vano, la industria de los efectos especiales ha abordado las explosiones de mil y una maneras, desde la infografía hasta la voladura real de edificios u objetos en desuso y destinados a ser destruidos.
Por otra parte, podría parecer que buscar elementos de química en el cine es algo difícil, cuando en realidad las tan utilizadas explosiones no son otra cosa que un caso particular de las reacciones de oxidación y reducción, tan importantes para la química y en nuestra vida cotidiana. Desde la manzana mordida que adopta un color marrón al contacto con el aire hasta la mayor de las explosiones, a todos estos fenómenos subyace una única realidad: la transferencia de electrones entre diferentes átomos. Para completar el abanico de posibilidades destructivas, también se abordarán en esta charla las explosiones nucleares y la posibilidad de bombas de antimateria, la más reciente incorporación a la destrucción masiva en el cine.
Jueves 27/10
19:00h.
“Medicamentos, drogas y venenos de película”
PEDRO OSWALDO MIRANDA CHINEA
(Investigador en Química Orgánica. IUBO–AG, Universidad de La Laguna)
En el marco del curso “¡QUÍMICA, se rueda!”, que se está celebrando en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, con el patrocinio de “Danone. Industrias Lácteas de Canarias”, mañana jueves, 27 de octubre, a las 19h, tendrá lugar la conferencia ““Medicamentos, drogas y venenos de película”, a cargo de Pedro Miranda, investigador en Química Orgánica del Instituto Universitario de Bio-Orgánica “Antonio González” (IUBO-AG).
En esta charla se hará un recorrido general por las distintas maneras en que el cine ha tratado los temas a los que se refiere el título. Así, por ejemplo, dentro del apartado de medicamentos, se hará una breve semblanza acerca de los diferentes aspectos dramáticos de algunas películas. Se analizará por qué muy pocas películas han tratado este campo desde una óptica positiva (el desarrollo de un fármaco para curar enfermedades), prefiriendo decantarse por los aspectos negativos del mismo, es decir, contaminación, muertes, etc.
Por otro lado, dentro del apartado de drogas, se profundizará básicamente en distintos tipos de adicciones y en cómo han sido tratadas en el cine: casos de alcoholismo, y adicción a cocaína, heroína… Asimismo, dentro de este último apartado se comentará la importancia que han tenido estas drogas en el tratamiento del cine policíaco, especialmente en la década de los 70. Dentro de este bloque se comentará la importancia del ácido lisérgico (LSD), así como el impacto que ha tenido en la estética cinematográfica desde los años 60 hasta nuestros días.
Por último, dentro del apartado de venenos, se comentará el tipo de ficciones a que han dado lugar estas sustancias. Desde el cine negro hasta el cine de aventuras, pasando por el cine de autor, un gran número de películas han tenido un veneno como principal reclamo dramático. La charla finalizará con una mención especial a un veneno muy poderoso, la tetrodotoxina y el rol que ha jugado en el cine de zombies.
Pedro Miranda es natural de Santa Cruz de Tenerife. Licenciado y Doctorado en Química Orgánica por la Universidad de La Laguna en 2001 y 2007, respectivamente. Obtuvo una estancia predoctoral de seis meses en la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia y otra postdoctoral en la Universidad de Oslo 2007-2009. Desde 2010, disfruta de un contrato postdoctoral Juan de la Cierva en el Instituto Català d’Investigació Química (ICIQ).
Viernes 28/10
19:00h.
“Sombras fotoquímicas en la pantalla”
ROMÁN GUBERN GARRIGA-NOGUÉS
(Catedrático emérito de Comunicación Audiovisual en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona)
Patrocina:
Danone. Industrias Lácteas de Canarias, S.A.
Entrada gratuita.
INFORMACIÓN Y MATRÍCULA:
Teléfonos: 922 315080 y 922 315265
reservasmcc@museosdetenerife.org
http://www.museosdetenerife.org