Museo de la Ciencia y el Cosmos
Del 4 de diciembre de 2020 a 26 de septiembre 2021
Horario habitual del museo
De lunes a domingo: de 10:00 a 17:00 h.
Cerrado: 24, 25 y 31 de diciembre; 1 y 6 de enero.
Entrada gratuita
COSMOS y el legado de Carl Sagan
40 años de viaje personal
Jon Lomberg fue «el artista de Sagan», colaborador y amigo desde que se conocieron en 1972 hasta el fallecimiento del científico, en 1996.
Ambos compartían la pasión por comprender el universo en el que vivimos, por tratar de imaginar paisajes de otros mundos y, sobre todo, la fascinación por la posible existencia de otras civilizaciones en la galaxia: nuestros «hermanos del Cosmos», como ellos los llamaban.
En su trabajo, Lomberg creó las formas visuales con las que transmitir al mundo las ideas que bullían en la mente de Sagan, hallando en el arte una de las formas más poderosas para transmitir la ciencia al público. Además, en su faceta de periodista científico, Lomberg cubrió algunos de los puntos álgidos de la exploración espacial acompañando a Sagan, como fueron los aterrizajes de las sondas Viking en Marte o la llegada de las Voyager a Júpiter.
En esta exposición se podrá disfrutar de las obras de arte con las que Jon Lomberg ilustró COSMOS como director artístico del proyecto, así como dibujos, bocetos o storyboards originales, que se usaron para la producción de la serie. Se completa con ilustraciones de otros trabajos realizados junto a Carl Sagan e incluso algunos objetos de carácter más personal, como son las primeras piezas que motivaron su colaboración o la última carta que le envió Sagan.
Secciones
Cosmos
En el primer episodio de COSMOS subimos a la «Nave de la Imaginación» para emprender un sorprendente viaje desde los confines del Universo hasta nuestra galaxia.
En los paneles expositivos podemos ver algunas de las ilustraciones características de COSMOS, como son la icónica imagen del acercamiento a nuestra galaxia o las obras de «el espinazo de la noche», «regresión infinita» o «la gran cadena del ser».
Las últimas ilustraciones son de NUCLEUS, la secuela que pudo ser, pero nunca llegó a materializarse. El documental, en el que Carl Sagan y Jon Lomberg estaban trabajando, versaba sobre física atómica, energía nuclear y la guerra fría. Presentaba un fuerte mensaje pacifista en medio de un contexto socio-político de carrera armamentística. La cadena de televisión ABC había comprado los derechos para una difusión de masas, pero las tensiones políticas suscitadas hicieron que se bloqueara el proyecto. Carl Sagan era una figura non-grata para la administración Reagan debido a su discurso pacifista y anti-nacionalista, su empeño en colaborar con los científicos soviéticos y sus críticas al proyecto «guerra de las galaxias» que estaba impulsando el presidente Ronald Reagan. En este clima político, el proyecto «NUCLEUS» terminó siendo cancelado y los espectadores de todo el mundo nos quedamos sin poder descubrir cómo hubiera sido la segunda gran obra de Sagan.
En la vitrina se exponen algunos documentos de gran valor histórico. Podemos contemplar una copia de la página del libro, que Carl Sagan dedica a Lomberg: «Para Jon, con admiración, cariño y alegría por nuestra amistad». A su lado, una página de la transcripción de una reunión de producción entre Carl Sagan (CS), Adrian Malone (AM) y Jon Lomberg (JL), discutiendo cómo sería la intro del primer episodio. Asimismo, se muestra una página del guion sobre una escena con el disco de oro de las sondas Voyager. El storyboard es el boceto original creado por Jon Lomberg de la animación de aproximación a la galaxia en el episodio 1.
A la derecha, se muestran las láminas de celuloide con las que se hizo el efecto de cámara para producir sensación de tridimensionalidad en esta escena.
Tan popular como la serie fue el libro de COSMOS. En la vitrina se puede contemplar un ejemplar de la primera edición firmado de puño y letra por Carl Sagan y Jon Lomberg. También, en el panel expositor, las cubiertas de diferentes ediciones del famoso libro en varios idiomas.
Jon Lomberg
Al fondo nos encontramos con el rincón personal del artista.
Las obras NO! y SUNRISE expuestas en este panel protagonizaron el primer contacto entre Jon Lomberg y Carl Sagan. En 1972, Lomberg le envió estas obras con una larga carta de admiración por los trabajos de Sagan en astronomía y SETI, temas por los que Lomberg sentía fascinación. Este, a su vez, le respondió expresando interés en la obra del artista e invitándole a quedar unos días más tarde en el aeropuerto de Toronto, donde Sagan tenía una conexión de vuelo en su regreso a Nueva York tras un viaje a Canadá para observar un eclipse.
La anécdota del encuentro es que Sagan había olvidado mencionar en su carta el número de vuelo o la ciudad de procedencia. Sin forma de contactar y sin conocer cada uno la apariencia física del otro, el encuentro parecía condenado al fracaso. Lomberg pensó que, curiosamente, se trataba de un problema con muchas similitudes al de SETI. ¿Cómo podrían encontrarse dos personas que se están buscando sin haber acordado un punto de encuentro? Lomberg tuvo la idea de escribir en letras muy grandes la ecuación de Drake sobre su carpeta y pasearse con ella por el aeropuerto. Esta ecuación está relacionada con la probabilidad de encontrar vida en el universo. Sagan había participado en la reunión de la Orden de los Delfines en 1961, donde Frank Drake presentó su famosa ecuación. Lomberg la conocía gracias al libro Vida inteligente en el universo, de Sagan y Shklovski, que leyó en 1970 y le causó profunda impresión. La estrategia dio resultado. Sagan reconoció la referencia, se acercó a él y ambos se enzarzaron en una conversación de dos horas sobre astronomía, arte y literatura.
Justo antes de marcharse, Sagan le explicó que estaba preparando un nuevo libro de divulgación (el que a la postre sería «a conexión cósmica») y le propuso colaborar: «¿Te gustaría hacer las ilustraciones? Piénsatelo y, si tienes interés, ven a verme a Ithaca». Y así comenzó una estrecha relación que mantendrían hasta el final de sus días.
En este rincón se pueden observar esos primeros trabajos que Lomberg envió a Sagan, así como algunas otras obras más personales del artista, no relacionadas con su colaboración. En particular, el traje intergaláctico es un guiño humorístico a la ciencia ficción de los 80.
Se pueden observar también fotografías y recuerdos del artista en diferentes momentos mientras realiza su trabajo.
Conexión cósmica
El siguiente espacio trata sobre uno de los temas que más fascinaban a Carl Sagan: la idea de vida extraterrestre. Su libro La conexión cósmica, el primero en el que trabajó con Jon Lomberg, trataba sobre este tema. Aquí podemos ver una réplica del «disco de oro de las sondas Voyager». Estas sondas tenían por misión explorar los planetas más lejanos de nuestro sistema solar para después perderse para siempre en la inmensidad del espacio interestelar. Sagan decidió incluir en estas sondas un disco con información sobre la Tierra y la especie humana, por si algún día estos artefactos pudieran ser rescatados por alguna lejana civilización que los encuentre perdidos en el espacio. Son nuestro mensaje en una botella lanzada al mar. Lomberg se encargó de la dirección artística del proyecto. Aquí se pueden ver algunas de las muchas fotos y dibujos que se incluyeron en el disco de oro como mensaje de la humanidad hacia las estrellas.
Carl Sagan fue uno de los fundadores del Instituto SETI y de la Planetary Society. En la vitrina se puede ver el primer logo de la Planetary Society, diseñado por Jon Lomberg.
Marte
La exploración de Marte juega un papel muy importante en COSMOS, pero también en la trayectoria científica de Carl Sagan. Su trayectoria investigadora es menos conocida para el gran público que su faceta como divulgador pero también hizo contribuciones importantes al desarrollo de la exploración planetaria. A su fallecimiento en 1996, la NASA rebautizó el robot Pathfinder en Marte como Sagan Memorial Station.
En este espacio se muestran algunas de las primeras fotografías que tomó la Viking 1 desde la superficie de Marte en 1976. En aquella época no había impresoras a color. Estas fotografías, cedidas por Jon Lomberg, son algunas de las originales que se revelaron en la sala oscura del centro de control en JPL. Están firmadas por los científicos que trabajaron con ellas, incluido el propio Carl Sagan. También hay documentación técnica que incluye los estudios de sitios de aterrizaje con las elipses de incertidumbre y cartas entre los miembros del equipo de la misión y el propio Jon Lomberg quien, a petición de Sagan, diseñó el primer logo para las misiones Viking.
Carl Sagan narraba en COSMOS la experiencia que le supuso el contemplar por primera vez aquellas fotos:
Recuerdo que me quedé asombrado ante la primera imagen del vehículo de aterrizaje que mostraba el horizonte de Marte. Aquello no era un mundo extraño, pensé; conocía lugares como aquél en Arizona, en Colorado y en Nevada. Había rocas y arena acumulada y una eminencia en la distancia, todo tan natural y espontáneo como cualquier paisaje de la Tierra. Marte era un lugar. Por supuesto, me hubiera sorprendido ver a un explorador canoso surgir de detrás de una duna, conduciendo su mula, pero al mismo tiempo la idea no parecía descabellada. No me había pasado por la cabeza nada remotamente parecido durante todas las horas que pasé examinando las imágenes de la superficie de Venus tomadas por los Venera 9 y 10. Sabía que de un modo u otro ése era el mundo al cual regresaríamos.
La misión Phoenix aterrizó en Marte en 2007. Lleva grabados unos audios con saludos entre otros de Carl Sagan y Arthur C. Clarke para los futuros colonizadores del planeta rojo. En la pantalla adjunta se pueden escuchar esos saludos.
Marte vuelve a estar muy de actualidad. Este año estamos en una situación de ventana de lanzamiento óptima, la más favorable desde hace dieciocho años. Por esta razón, y por el gran interés científico que tiene el planeta rojo se han lanzado un gran número de misiones por parte de varios países. Hoy día sabemos que, en los comienzos del sistema solar, Marte fue un mundo hospitalario, con una atmósfera más densa, así como ríos y océanos de agua líquida. Investigar la posibilidad de que pudiera haber albergado vida, incluso, que pueda conservar algún nivel residual de microbiología, es uno de los grandes objetivos de las nuevas misiones al planeta rojo.
Contact
El último proyecto de Carl Sagan fue la película Contact. Lamentablemente, Sagan nunca llegó a ver el resultado final. Falleció unos meses antes del estreno como consecuencia de un cáncer contra el que llevaba dos años luchando. Contact fue una producción de Warner Bros protagonizada por Jodie Foster y dirigida por Robert Zemeckis. La película está basada en la novela del mismo nombre escrita por Carl Sagan y publicada en 1985. El propio Sagan y Ann Druyan crearon la historia para la película.
En este espacio se contemplar la ilustración creada por Jon Lomberg para la portada de la novela en 1985. También se muestran los storyboards usados para la creación de algunas secuencias de la película.
Los dos primeros storyboards, Saliendo de la Tierra y Saliendo de la galaxia, definen la primera secuencia de Contact. El tercero, Llega el agujero de gusano tiene una intrahistoria interesante. Fue diseñado con el asesoramiento científico de Kip Thorne, reciente premio Nobel de física por el descubrimiento de las ondas gravitacionales. En la película, el personaje de Jodie Foster pasa por una serie de agujeros de gusano, casi como si fueran estaciones de metro. Tras llegar a las inmediaciones de Vega en el primer tránsito, ve aparecer ante sí la entrada de un segundo agujero de gusano que conecta con el centro galáctico. Kip Thorne insistió en alejarse de la habitual representación de un túnel por el espacio o de un remolino como los que se usan para visualizar un agujero negro. En su lugar proponía que lo que debería verse es una imagen distorsionada del espacio en la otra boca. La imagen nos parecería convexa, como vista a través de la mirilla de una puerta. Quizás porque la secuencia ya era suficientemente complicada de seguir para el espectador, el director decidió prescindir de estas escenas y usar la alegoría del túnel, desoyendo el asesoramiento de Thorne.
En la vitrina se puede contemplar un ejemplar de la primera edición de la novela firmado de puño y letra por Carl Sagan y Jon Lomberg. También se exponen una carta enviada por Carl Sagan, el último mensaje que envió a Jon Lomberg antes de morir:
6 de Julio de 1995
Querido Jon,
Gracias por tu carta del mes pasado, y por favor perdóname por ser tan lento en responder. Me dicen que estoy haciendo buenos progresos hacia la recuperación, aunque tengo algunos días buenos y otros malos. Nos alegró mucho recibir las buenas noticias sobre tu familia, y en cuanto al trabajo, Annie y yo hemos estado peleándonos con los re-escritores del guión. Espero que este proceso alcance pronto una conclusión asintótica, para poder volver a otros asuntos de la película incluyendo el arte. Me gusta tu “playa y ola”, pero puede que sea un poco demasiado cerebral para el estudio – aunque puede que no. Tendremos ocasión de hablar.
Con mis mejores deseos,
Carl Sagan