El teatro de guiñol «La Mentira de la luna» diseñado y producido por el Museo de la Ciencia y el Cosmos, OAMC, Cabildo de Tenerife, en colaboración con los alumnos de cine de la Escuela Westerdahl, ha resultado finalista en el 5ª Concurso Nacional de Física en Acción, organizado por la Real Sociedad Española de Física y la Real Sociedad Española de Matemáticas.
Dicha propuesta ha sido seleccionada finalista en la modalidad de «Puesta en escena», presentaciones teatrales de contenidos científicos que den lugar a una divulgación de estos. Por este motivo los miembros del equipo del museo que diseñaron y realizaron el guiñol: Angel Luis Pérez Morillo y Rubén Naveros Naveiras se trasladarán al Parque de las Ciencias de Granada entre los días 24 al 26 del presente mes, para poner en escena el espectáculo.
El Museo de la Ciencia y el Cosmos estará a su vez representado, entre los finalistas de la modalidad de «Divulgación Científica», con el trabajo propuesto por Eric Stengler, técnico de didáctica del Museo, titulado «Rumbo al Saber», un concurso dirigido a Escolares de secundaria y bachillerato de Tenerife y que será convocado a lo largo de este curso por el departamento de didáctica del OAMC.
El teatro de títeres «La Mentira de la Luna», es un montaje teatral basado en un cuento infantil cuyo protagonista es la Luna. Con la ayuda del narrador, que es un astrónomo, se cuenta una fábula en la que las fases de la Luna aparecen como formas que ésta adopta para evitar ser capturada por los humanos.
Tras la aparente simpleza del lenguaje y de la obra se oculta un trabajo técnico complejo. A la escena del teatro de títeres tradicional se ha añadido una pantalla de proyección de vídeo, que permite a los numerosos personajes de la obra saltar frecuentemente del mundo real al mundo virtual.
Algunas dependencias del museo se han visto convertidas temporalmente en «castillo medieval» para grabar las escenas cinematográficas del astrónomo Meiyarán, que actúa como narrador e hilo conductor de la trama. En esta parte del proyecto el museo ha contado con la colaboración de los alumnos de cine de la Escuela Westerdahl.
Las voces de los personajes han sido grabados en el mismo museo, bien por miembros del equipo como por personas ajenas al Museo, que han colaborado con mucho cariño en este proyecto. A su vez el montaje cuenta con una banda sonora original.
Sin lugar a dudas la oportunidad de mostrar en esta final que la divulgación de ciencia no tiene edad, es todo un reto y un reconocimiento para el trabajo y el esfuerzo de buscar nuevas maneras para acercar la ciencia y sus curiosidades; reutilizando la más antigua de las fórmulas: el cuento.