La presentación tendrá lugar mañana [miércoles 23] y coincidirá con una conferencia alusiva de Fernando BullónEl Museo de la Ciencia y el Cosmos, dependiente del Organismo Autónomo de Museos y Centros (OAMC) del Cabildo de Tenerife, inaugura mañana [miércoles 23], a partir de las 19,30 horas, la exposición fotográfica Las nubes de La Palma. La presentación de esta muestra estará acompañada de una conferencia sobre el mismo tema impartida por Fernando Bullón Miró.
La exposición, organizada por el Instituto Nacional de Meteorología, presenta una recopilación de 28 fotografías de nubes formadas sobre el cielo de La Palma y tomadas por diferentes autores, grandes aficionados a la meteorología y observadores de la naturaleza. Las fotografías están
agrupadas en cuatro paneles temáticos, en los que se realiza una somera explicación de la meteorología que da lugar a los diferentes tipos de nubes.
El recorrido por los cuatro paneles nos transporta desde las magníficas vistas del «mar de nubes» y de las «cascadas de nubes», visibles desde las altas cumbres palmeras, pasando por las curiosas y sugerentes formas de los altocúmulos lenticulares que se originan por el imponente relieve insular, y legando hasta las sorprendentes imágenes a que dan lugar los fenómenos meteorológicos más extremos que, de cuando en cuando, se presentan en la isla, como las nevadas y cencelladas, temporales de viento o tormentas eléctricas.
Por su ubicación geográfica y abrupta orografía, La Palma presenta unas condiciones meteorológicas que dan lugar a unos cielos con unas excepcionales condiciones de limpieza y luminosidad. A esto se une la gran elevación de las cumbres palmeras, hasta los 2.426 metros en el pico del Roque de los Muchachos en una superficie insular de tan sólo 704 kilómetros cuadrados, y la habitual presencia de nubes bajas, que han de adaptarse incesantemente al imponente relieve insular.
Todo ello da como resultado no sólo un territorio con gran variedad de paisajes y belleza, que le ha dado a La Palma el sobrenombre de «la isla bonita», sino también un cielo único, en el que en ocasiones se pueden contemplar nubes de extrañas y caprichosa formas, difíciles de ver en otros lugares del planeta, siempre bajo el especial azul del cielo canario.