Yo contamino, tú contaminas, él contamina.
La contaminación lumínica o la acústica son otras formas de alterar el medio natural a las que casi no prestamos atención.
El transporte, la producción de energía y la actividad industrial son responsables de la contaminación más conocida, pero existen otras agresiones al medio que también se generan como consecuencia de la actividad humana y un mal entendido nivel de bienestar. En 2030, la demanda mundial de energía primaria será un 40% mayor que ahora y aún procedente de combustibles fósiles, cuyas reservas se agotarán con el tiempo. Según la Agencia Internacional de la Energía, la respuesta a este reto medioambiental no debe basarse en el aumento de la capacidad de generación o, únicamente, en el desarrollo de las energías renovables, sino en el uso más eficiente de la energía y la racionalización de su consumo.